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¿Por qué el Imam ‘Alî (La Paz sea con él) silenció ante los insultos que hicieron a la honorable Fátima (La Paz sea con ella)?

Pregunta

Los Shías dicen que Fátima, la querida hija del Profeta Muhammad (La Paz sea con él y su familia purificada) durante el califato de Abu Bakr fue insultada, lastimaron su costado, quisieron incendiar su casa y la golpearon, que como consecuencia de esto abortó a Mohsen el hijo que llevaba en sus entrañas. Ahora la pregunta es la siguiente: ¿dónde se encontraba ‘Alî? ¿Por qué no vengó el derecho de Fátima, siendo que él era bravo y valiente?

Respuesta abreviada

Respecto a la opresión e insultos efectuados a la honorable Fátima Zahra (La Paz sea con ella) no tienen ninguna contradicción con la valentía y fuerza del Imam ‘Alî (La Paz sea con el) en ese momento, puesto que ‘Alî (La Paz sea con el) en esa situación tenía dos opciones, debía, espada en mano, defender los derechos pisoteados de él y de la Ahl Bayt del Profeta (La Paz sea con todos ellos), o callar, y en la medida de sus posibilidades fortalecer al Islam desde otras perspectivas. Entonces oponerse significaba crear desunión entre los musulmanes, debilitar a la nueva sociedad islámica y en conclusión incrementar aún más el peligro de la invasión de los romanos así como la rebelión de los apóstatas que falsamente reclamaban ser profetas divinos después del Profeta Muhammad (La Paz sea con él y su familia purificada). El Imam ‘Alî (La Paz sea con él) para no destruir los esfuerzos del Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada) no tuvo opción más que la segunda y sacrificar la vida de su esposa y el niño para que los esfuerzos del Profeta y la sangre de los mártires no sean desperdiciados y para que el Islam continúe viviendo.

Respuesta detallada

Cuando un grupo de los cercanos al Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada) se reunió en la casa del Imam ‘Alî (La Paz sea con él), para protestar en contra de las decisiones tomadas en Saqîfah, negándose a realizar el pacto de fidelidad con Abu Bakr, ‘Umar fue comisionado por parte de Abu Bakr para tomar el pacto de fidelidad de ese grupo, en especial de ‘Alî (La Paz sea con él). Los textos históricos registraron que durante la realización de la decisión de Abu Bakr y de ‘Umar, está bien documentado que en el proceso de llevar a cabo los planes de Abu Bakr y de Umar, algunos incidentes que no deberían haber ocurrido tuvieron lugar,  usted puede conocer sobre ellos consultando fuentes confiables. [1]

Considerando las diversas y válidas narraciones históricas que incluso existen en la obras de la Escuela Sunita, este suceso por desgracia es cierto.[2]

En cuanto a por qué el Imam Ali (La Paz sea con él) se mantuvo en silencio sobre lo que estaba ocurriendo, a pesar de su único e incomparable valor y fuerza, debemos decir que:

Amîr Al-Mu’minin, ‘Alî (La Paz sea con él), se encontraba ante dos caminos: o se levantaba con la ayuda de sus verdaderos amigos que no consideraban legal al reciente gobierno y recuperaba a través de la fuerza su derecho, o soportaba la situación existente y en la medida posible procedería a solucionar los problemas de los musulmanes y realizar sus obligaciones sin causar ningún conflicto.

Ya que el propósito de los líderes Divinos no era obtener el poder y el rango, sino que ello era algo superior a la protección de su situación, Amîr Al-Mu’minin (La Paz sea con él) al valorar la situación política y social de la sociedad islámica llegó a la conclusión de que si insistía en recuperar su derecho y enfrentar la opresión hecha hacia su esposa Fátima (La Paz sea con ella) se presentaría una situación en la que se perderían todos los esfuerzos del Profeta del Islam (La Paz sea con él y su familia purificada) y la sangre pura de los mártires que fue derramada en el camino. Por ello prefirió aceptar la situación acontecida y en forma indirecta preservar la existencia del Islam.[3]

Si el Imam (La Paz sea con él) con espada en mano hubiese enfrentado al gobierno, o en otra forma hubiese mostrado su valentía y coraje, sin duda aquellos que se consideraban califas no silenciarían, y provocaría una guerra civil entre los musulmanes, ocurriendo sucesos aun más desagradables. Por ejemplo:

1. Alî (La Paz sea con él) perdería a muchos de aquellos de sus compañeros que habían elegido cumplir el pacto de fidelidad que hicieron con el Profeta (La Paz sea con él) y que amaban con toda su alma a ‘Alî (La Paz sea con él).

2. Tomaría lugar una gran desunión entre los musulmanes y un gran número de sahabis (compañeros del Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada)), que eran considerados una potencia frente a los enemigos del Islam, se perderían, o al menos, se debilitaría la nación musulmana por tal una desunión.

3. Un gran número de los que se habían convertido al Islam durante los últimos años de vida del Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada) se apartarían del Islam y se levantarían contra el gobierno musulmán, poniendo en peligro la nación musulmana. En una situación crítica como ésta, si el honorable ‘Alî (La Paz sea con él) hubiese mostrado oposición, la sociedad islámica se hubiese enfrentado a un gran peligro.

4. Había posibilidades de que los que falsamente afirmaban ser profetas después del Profeta Muhammad (La Paz sea con él y su familia purificada), como Musaylamah y otros, trataran de dañar el Islam de diferentes maneras…

5. El Imperio Romano, que esperaba la oportunidad propicia para atacar la capital islámica, era una gran amenaza en el momento. Si en esa situación el Imam ‘Alî (La Paz sea con él) se levantaba sin duda el frente de los musulmanes se debilitaría y los enemigos del Islam hubiesen podido llegar a alcanzar más fácilmente sus objetivos.

Lo mencionado es un resumen de los factores por los cuales el Imam (La Paz sea con él) prefirió la tolerancia al levantamiento, y con esta iniciativa y estrategia pudo salvar a la sociedad musulmana de grandes peligros. Esta decisión fue sólo para proteger al Islam auténtico y por el apego que sentía hacia la unión entre los musulmanes, así como para realizar su obligación (lo que significa que esta decisión era su deber y que es lo que Allah (swt) y el Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada) querían de él y él no estaba autorizado a realizar cualquier otra decisión que pudiera dañar el Islam y la nación musulmana o ponerlos en peligro). [4]

El Imam Ali (La Paz sea con él) señaló este punto a la Dama Fatimah (La Paz sea con ella) cuando ella le había dicho: «Oh hijo de Abu Talib!…Eres quien rompe las alas de los halcones (significando su fuerza), pero ahora no eres capaz de romper las alas de un pollo!» al tiempo que ofrecía un sermón en la mezquita del Profeta (La Paz sea con él y su familia purificada)

El Imam (La Paz sea con él), en sus palabras llenas de tristeza y dolor mencionó el secreto de su silencio en el Sermón Shiqshiqi-ya [5] en el Nahÿul Balâgah donde dijo:

“Estaba en gran aprieto; había dos alternativas ante mí: o bien combatir por mis derechos sin la ayuda de seguidores o pacientemente soportar el despojo. El sufrimiento iba a ser de una duración tan larga y triste que durante este período, los jóvenes se harían viejos, los viejos perderían su vitalidad y los fieles terminarían sus días intentando en vano mejorar la situación. Después de haber pesado la situación cuidadosamente, llegué a la conclusión que lo más sabio para mí era hacer frente al desastre con paciencia y coraje. Por consiguiente, lo soporté todo pacientemente, aunque sólo el pensamiento de haber sido despojado de mi justo derecho era extremadamente doloroso y penoso para mí”. [6]

En otra ocasión, cuando uno de los seguidores del Imam ‘Alî (La Paz sea con él) que en esos mismos días del suceso en Saqifah (lugar donde se realizaron las decisiones del Califato de Abu Bakr) alababa las virtudes de ‘Alî (La Paz sea con él) y criticaba a la gente por haberlo abandonado dijo:

در جای دیگر در جواب شخصی از بستگان حضرت علی (ع) که در همان روزهای سقیفه فضائل حضرت را می ستود و از مردم بخاطر رها کردن او انتقاد می کرد فرمودند:

“Mantener a la religión saludable (alejar las contradicciones y la desunión) es mejor para nosotros que cualquier otro asunto”. [7]

Estas frases muestran que aquello que había obligado al Imam ‘Alî (La Paz sea con él) a hacer silencio fue algo más importante que los desagradables sucesos ocurridos, es decir proteger a ese nuevo retoño, la sociedad islámica. Y el Imam (La Paz sea con él) estuvo de acuerdo a ofrecerse a sí mismo, a su esposa y a sus hijos en este camino.

Las palabras más evidentes en las cuales ‘Alî (La Paz sea con él) mencionó la causa de su silencio se encuentran en el Nahÿul Balâgah:

“Juro por Dios que en esa oportunidad ni siquiera pasó por mi mente que los árabes arrebatarían el califato de la familia y descendientes del Sagrado Profeta (BP), y que por otra parte estuvieran dando el juramento de obediencia al califato, a cierta persona. En todo momento me mantuve alejado de esa batalla por la supremacía y el poder político, hasta que descubrí que los herejes se habían encaminado abiertamente hacia el cisma y estaban intentando socavar y destruir la religión predicada por nuestro Sagrado Profeta (BP). Sentí el temor, después de ver y reconocer el mal que, si no me levantaba para ayudar a los musulmanes y al Islam, hubiese sido peor que la calamidad de perder mi autoridad ante ustedes, que era solamente una situación pasajera y efímera. Por tanto, cuando me puse de pie en medio de la agobiante cantidad de innovaciones y del cisma, las negras nubes de la herejía, la falsedad y el cisma, fueron aniquiladas y la religión fue salvada”.[8]

 

[1]– Tarij Tabari, t.3, p.202. Lo dicho por Tabari es lo siguiente:

«اتی عمر بن خطاب منزل علي(ع) فقال : لاحرقن علیکم او لتخرجن الی البیعة».

Ibn Abi Al-Hadid en su obra de Exegesis (t.2, p.56), esta frase la transmitió también de la obra Saqifah de Ÿauhari; Al-Imamat wa Al-Siasat, t.2, p.12; Ibn Abi Al-Hadid, Exegesis del Nahÿul Balâgah, t.1, p.134; A’alam Al-Nisa’, t.3, p.1205; Ibn ‘Abdu Rabbih Andalusi, fallecido el 495 d.H., escribió lo siguiente:

«بعث الیهم ابوبکر عمر بن خطاب لیخرجهم من بیت فاطمة و قال له ان ابوا فقاتلهم. فاقبل بقبس من النار علی ان یضرم علیهم الدار. فلقیته فاطمة فقالت‏ یابن الخطاب ا جئت لتحرق دارنا؟ قال:نعم او تدخلوا فیما دخلت فیه الامة».

‘Aqd Al-Farîd, t.4, p.260; así también recurrir a: Tarij Abî Al-Fada’, t.1, p.156; A’alam Al-Nisa’, t.3, p.1207; Al-Mas’udî, Isbat Al-Wasîîah, p.124, transmitió lo siguiente del Mihant Fatemeh, p.60:

«فهجموا علیه و احرقوا بابه و استخرجه منه کرها و ضغطوا سیدة النساء بالباب حتی اسقطت محسنا».

Milal wa Al-Nihal, t.2, p.95; Taljis Al-Shafi, t.3, p.76; Furuq Wilayah, p.186.

[2]–Para más información recurrir a: (1) Libro: Respuesta a la leyenda del martirio, autor Sayyid Ÿawâd Husayni Tabâtabâî. (2) Respuestas a preguntas religiosas, http://porsojoo.com/fa. (3) Página http://www.balagh.net.

[3]– Pishwai Mahdi, Sirah Pishwaian, p.65.

[4]– Idem, p.71.

[5]– Nahÿul Balâgah, sermon 3.

[6]– Nahÿul Balâgah, Subh Salih, Sermón 3, Shiqshiqi-ya.

[7]– Exegesis Nahÿul Balâgah, t.6, pp.23-45.

[8]– Nahÿul Balâgah, Carta del Imam ‘Alî (a.s.) que escribió a la gente de Egipto, no.62.

 

Fuente: islamquest.net

Adaptación al español por LAILA HAKIM para UMMA

 

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