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La Religión de Allah

Por el Ulema Syed Muhammad Hussein Tabataba’i

La religión se refiere a las creencias y a la serie de prácticas e instrucciones morales que los profetas han transmitido en nombre de Allah para guiar y conducir a los seres humanos.

Creer en estos principios y llevar a cabo estas instrucciones resultan en la prosperidad y felicidad del hombre en este y el otro mundo.

Por ello, si respetamos la religión y seguimos las órdenes de Allah y el Profeta (S), seremos prósperos no solo en esta breve vida, sino también en el eterno mundo del Más Allá.

Somos conscientes que una persona feliz y próspera es aquella que tiene un verdadero objetivo en su vida y que no vive en la maldad y la aberración. Posee una buena y encomiable conducta y realiza buenos actos y tiene un corazón seguro, fuerte y pacífico en este mundo turbulento.

La religión de Allah nos dirige hacia esta felicidad y prosperidad. Sin religión, no habría prosperidad ni dicha. Los principios religiosos son como la policía secreta en el corazón del hombre y siempre lo acompañan. Mantiene alejado al hombre de la perversión moral y lo obligan a ser virtuoso.

La creencia es el refugio más fuerte y sólido en el que el hombre jamás enfrenta temores y angustias en los altibajos de la vida. Los adoradores de Allah jamás pierden su coraje en circunstancia alguna y nunca sienten desdén ni inferioridad, ya que se ven conectados con el infinito poder del creador del mundo y en toda circunstancia recuerdan a Allah y buscan refugio en Allah; poseen un corazón seguro, fuerte y pacífico.

La religión nos manda tener conducta encomiable y llevar a cabo actos buenos y decentes cada vez que podamos.

Por lo tanto, la religión se halla dividida en tres partes:

1) Creencias

2) Ética

3) Mandamientos

Este breve resumen será elaborado para la aceptación de los honorables lectores.

1. Creencias

Si usamos nuestro sentido común y consciencia, nos damos cuenta que este mundo de existencia con su maravilloso orden no pudo ser creado por sí mismo y este asombroso orden del mundo de la creación no pudo ser llevado a cabo sin un organizador.

Sin dudas, existe un Creado que ha creado este vasto y magnífico mundo con Su infinita capacidad y conocimiento y que ha establecido el mundo de la creación con un orden exacto a través de las reglas invariables e inmutables que ha establecido a todo el mundo de la existencia- Nada ha sido creado en vano y de manera extravagante. Ninguna creatura está fuera del alcance de las leyes de Allah que gobiernan el mundo.

¿Puede creerse que un Allah compasivo, con todas las gracias y bendiciones que tiene hacia Sus creaturas, dejaría al hombre, la obra maestra de la creación, solo? ¿Y que Él dejaría a los seres humanos a la sabiduría del hombre que, mayormente, es víctima de los deseos carnales y, como resultado, enfrentan la aberración y la miseria?  La respuesta a esta pregunta es evidente. En consecuencia, Allah debe enviar instrucciones a los seres humanos a través de los profetas, que están libres de toda clase de errores y pecados, para guiar a los hombres a la felicidad y prosperidad al seguirlos. Nos damos cuenta que en este mundo, las señales y los valiosos beneficios de adherir a los principios religiosos no son completamente evidentes. Ni los justos son recompensados ni los criminales y opresores son castigados por sus actos.

Por ello, entendemos que existe otro mundo en donde los actos de las personas son examinados de cerca, de modo que si se ha realizado un acto de caridad, se recompensará y, si se ha realizado un acto indecente, será castigado. La religión alienta a las personas con estos principios y otras creencias justas, que luego serán discutidas por entero en este libro y les advierte contra el paganismo y la ignorancia.

2. Ética

La religión decreta que adoptemos cualidades loables en la vida, terne buen carácter y cultivemos buenos y encomiables atributos. Debemos ser conscientes, benevolentes, filantrópicos, amables, piadosos, de buen carácter, agradables de conocer y justos. Debemos defender nuestros propios derechos. No debemos transgredir nuestros límites y derechos y debemos respetar la propiedad, la reputación y la vida de las personas. En búsqueda del conocimiento y la civilidad no debemos ahorrar en absoluto esfuerzos de abnegación y sacrificio. Por último, debemos tener igualdad y moderación en todos los asuntos de la vida.

3. Mandamientos

La religión decreta que llevemos a cabo actos que sean beneficiosos para nosotros y para nuestra sociedad durante nuestra vida y que nos abstengamos de actos que ocasionen corrupción e inmoralidad. También nos enseña a comprometernos en la recitación del salat (plegarias), observar sawm (el ayuno), y realizar otras obras similares que son señales de servicio y obediencia a Allah.

Estas son las leyes e indicaciones que la religión nos ofrece e invita a realizar. Como es evidente, algunas son doctrinarias, otras éticas y otras prácticas. Como se mencionó antes, la aceptación y la realización de estos principios es el único medio de felicidad y prosperidad, ya que sabemos que el hombre no debe ser sino realista y vivir con una buena ética y actos encomiables.

¿Es necesario que el hombre tenga religión?

La principal pregunta que aparece aquí es “¿Cuál es la relación de la vida de los hombres con la religión y la piedad?” ¿No es posible, para una sociedad humana, continuar su existencia humanitaria sin religión y fe en Allah? ¿No es una persona religiosa aquella que prueba la existencia de Allah y realiza actos específicos para Su satisfacción?

Es posible que en la sociedad, de acuerdo con las leyes promulgadas por los seres humanos, el deber de cada miembro de la sociedad determine el beneficio y la pérdida. En este caso, las leyes de los hombres remplazan las leyes religiosas y no habría necesidad de religión. Pero con un poco de atención y consideración a las regulaciones y mandamientos islámicos, se demuestra lo contrario a ello, ya que el Islam no tiene que ver sólo con la oración y alabanza a Allah, más bien promulga instrucciones abarcadoras y regulaciones específicas para todas las posiciones individuales y sociales del hombre. El Islam ha considerado el vasto mundo de la humanidad de una manera asombrosa y ha promulgado regulaciones adecuadas de acuerdo con las acciones individuales y sociales del hombre.

Por último, el Islam ha provisto y garantizado la felicidad y la prosperidad de los miembros de la comunidad social en cada aspecto y al máximo punto posible. Cada persona justa reconoce que las

leyes que salieron de los pensamientos y el conocimiento limitados del hombre no pueden ser igualados a los de la religión. Este poder de Allah Todopoderoso ha descripto a la religión del Islam en el Santo Corán. Por ejemplo, podemos citar unos pocos versículos aquí: “Ciertamente, la religión para Allah, es el Islam. Aquellos a quienes se dio la Escritura no se opusieron unos a otros, por rebeldía mutua, sino después de haber recibido la Ciencia. Quien no cree en los signos de Allah,… Allah es rápido para ajustar cuentas.” (3: 19)

La religión hacia la que todos los profetas han invitado a los pueblos consiste en el teísmo y la sumisión a las órdenes de Allah. Aunque los estudiosos de la religión precisaron el bien y el mal, no aceptaron lo que era correcto debido a su prejuicio y animosidad. Cada estudioso adoptó un curso de acción determinado; como resultado, existen las diferentes religiones de la tierra. De hecho, esta clase de gente no cree en los Divinos versículos. Allah pronto retribuirá sus actos.

“Si alguien desea una religión diferente del Islam, no se le aceptará, y en la otra vida será de los que pierdan.” (3: 85)

“¡Creyentes! ¡Entrad todos en paz y no sigáis  los pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado.” (2: 208)

“Cuando concertéis una alianza con Allah, sed fieles a ella. No violéis los juramentos después de haberlos ratificado. Habéis puesto a Allah como garante contra vosotros. Allah sabe lo que hacéis.” (16: 91)

El propósito de este versículo es señalar que todo musulmán que hace una promesa a Allah o a la gente, debe guardarla y no quebrarla.

“Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación. Discute con ellos de la manera más conveniente. Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien dirigido.” (16: 125)

Esto se refiere al hecho de promover la religión, un musulmán debe conversar con las personas de acuerdo a su entendimiento y de un modo que le sea beneficioso a ellos. Sin embargo, si fracasa al conducir a una persona a través de la lógica y el consejo, entonces debe debatir con ellos de la mejor manera, que es uno de los medios de probar algo, guiarlos hacia la verdad.

“Y, cuando se recite el Corán, ¡escuchadlo en silencio! Quizá así se os tenga piedad.” (7: 204)

“¡Creyentes! Obedeced a Allah, obedeced al Enviado y a aquellos de vosotros que tengan autoridad. Y, si discutís por algo, referidlo a Allah y al Enviado, si es que creéis en Allah y en Último Día. Es lo mejor y la solución más apropiada.” (4: 59)

Este versículo significa que en una sociedad islámica, las disputas sólo pueden ser salvadas por el Corán y los hadices del Profeta (S). Toda diferencia debe ser salvada por estos dos factores. Si un musulmán zanja las diferencias por la lógica de la razón, esto se debe al hecho que el Corán ha aceptado la regla de la lógica.

“Por una misericordia venida de Allah, has sido suave con ellos. Si hubieras sido áspero y duro de corazón, se habrían escapado de ti. ¡Perdónales, pues, y pide el perdón de Allah en su favor y consúltales sobre el asunto! Pero, cuando hayas tomado una decisión, confía en Allah. Allah ama a los que confían en Él.” (3: 159)

El buen comportamiento, la benevolencia y el pedir consejo en los asuntos resultan en la hermandad y la amabilidad. Los miembros de una sociedad deben respetar a su líder para ser influidos por él. Allah ordena al honorable líder de los musulmanes que sea benevolente y se asesore. Pero como es posible que la gente cometa errores en sus decisiones, Allah le ordena al líder que sea independiente en su decisión después de pedir consejo y que confíe en Allah, porque nadie puede oponerse a la voluntad de Allah.

De esa manera, Allah Todopoderoso, presenta al judaísmo y a la cristiandad sus libros Divinos, la Torá e Injil (el Evangelio) y sus preceptos y provisiones sociales como: “Pero ¿cómo van a hacerte juez teniendo a la Torá, en la que se contiene la decisión de Allah?… Hemos revelado la Torá que contiene Dirección y Luz. Los profetas que se habían sometido administraban justicia a los judíos según ella, como lo hacían los maestros y los doctores… Hicimos que le sucediera Jesús, hijo de María… el dimos el Evangelio, que contiene Dirección y Luz, en confirmación de lo que ya había de la Torá… Que la gente del Evangelio decida según lo que Allah ha revelado en él… Te hemos revelado la Escritura con la verdad, en confirmación y como custodia de lo que había de la Escritura. Decide, pues, entre ellos según lo que Allah ha revelado…” (5: 43- 48)

La Torá y el Evangelio, que ahora están en manos de los judíos y los cristianos enfatizan este punto, porque la Torá contiene muchas provisiones legales y judiciales y aparentemente el Evangelio confirma y certifica las leyes religiosas de la Torá.

Conclusión

De las declaraciones antes mencionadas, resulta evidente que la religión, según es observada por el Corán, es el mismo método de vida del que el hombre no puede escapar. La diferencia entre la religión y la ley social resulta de la mente de las personas. En otras palabras, la religión une la vida social del hombre con su adoración y obediencia a Allah Todopoderoso, mientras que la ley social no realiza ningún intento para ello.

 

Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:

 

http://www.imamreza.net/eng/imamreza.php?id=9667

 

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