La Huésped de la Sagrada Kaaba: Fátima bint Assad

Fátima era una persona especial incluso antes de nacer porque fue concebida de los frutos del Paraíso.

El Profeta (SAW) dice:

“Antes que sea concebida, el Arcángel Gabriel descendió de los cielos con una bandeja que contenía un racimo de dátiles y un racimo de uvas ordenándome que los comiese.

Después de comerlos se me ordenó ir con Jadiyah y, de esta forma, Fátima fue concebida de los frutos del Paraíso.”

Jadiyah ahora se hallaba embarazada de Fátima y según dice, fue un embarazo fácil porque el embrión podía hablarle desde dentro su vientre.

Jadiyah no le informó al Profeta acerca de este hecho milagroso, pero un día, cuando estaba sola en su casa, él la encontró hablando con alguien.

Él le preguntó con quién estaba hablando, y ella le respondió: “Con quien se halla en mi vientre, porque ciertamente me habla.”

El Profeta alegremente dijo: “Regocíjate, Jadiyah, porque ésta es la niña a la que Allah ha hecho ser la madre de mis once sucesores que vendrán después de mí y de su padre.”

Así que en la duración del embarazo, Fátima estaba consolando a su madre que había sido abandonada por las mujeres de Quraish porque se casó con un hombre pobre, Muhammad.

Cuando se aproximaba el parto de Fátima, Jadiyah mandó a buscar parteras quraishitas, que se negaron a ayudarla.

Pero la gracia de Allah, cuatro de las más hermosas mujeres vinieron a ayudarla en este momento de necesidad, según cuenta: “Cuando el nacimiento de Fátima se aproximó, envié a buscar a las parteras quraishitas, que se negaron a ayudarme a causa de Muhammad. Durante el parto, cuatro damas, cuya belleza y brillantez eran indescriptibles, ingresaron a la casa, cada una de ellas se presentó.

La primera dijo: ‘Soy tu madre, Eva.’

La segunda dijo: ‘Soy Asiya bint Muzahim, la esposa de Faraón.’

La tercera dijo: ‘Soy Khultum, la hermana de Moisés,’ y la cuarta dijo: ‘Soy María bint Imran, la madre de Jesús, hemos venido al nacimiento de tu criatura.”

Así que con la ayuda de estas damas celestiales, Fátima fue parida.

Nació el 20 de Jamadi al- Akhir.

Cayó al suelo en la posición de prosternación y el brillo y el fulgor de su rostro iluminaron los cielos de este a oeste, y por este motivo fue llamada “Al- Zahra”, la dama de luz. Al- Zahra es conocida por nueve nombres, como Fátima. Fue llamada Fátima porque ella y sus seguidores son protegidos del infierno.

Es también al- Siddiqa, que significa que es una mujer que tiene una honestidad y una sinceridad escrupulosas, creyendo en los mandatos del Allah y Su Profeta, jamás dudando un momento.

También es Al- Mubaraka, que significa la bendita, porque abundantes bendiciones se originan de ella, como el collar que alimentó a un hambriento, satisfizo a un pobre y liberó a un esclavo.

Jabir bin Abdullah Al- Ansari cuenta que un anciano debilitado por el hambre fue donde el Profeta y solicitó comida y ropas.

El Profeta no tenía qué darle así que lo envió a la casa de Fátima.

Cuando llegó le pidió lo mismo, por lo que ella le dio un collar. Él tomó el collar y fue a la mezquita y se lo mostró al Profeta. El Profeta dijo: “Véndelo ya que Allah te dará una solución a tus problemas porque te fue entregado por la Señora de Todas las Mujeres.” Mientras tanto, Ammar bint Yasir le pidió permiso al Profeta para comprarlo.

El Profeta lo concedió permiso, de modo que Ammar lo pagó generosamente, luego le dio el collar a Sahim, su esclavo y le indicó que se lo diera al Profeta y le dijera también que él se lo daba.

El Profeta le dijo al esclavo que tome el collar y se dé a Fátima y le dijera que él se lo entregaba. Cuando el esclavo encontró a Fátima, ella tomó el collar y le dijo al esclavo que era libre. Al oír esto, el esclavo se echó a reír. Fátima le preguntó el motivo de su risa. Él contestó: “Reí cuando pensé en la abundancia puesta en este collar, alimentó a un hambriento, liberó a un esclavo y retornó a su dueña original.”

Ahora entendemos por qué era Mubaraka.

Algunos de los otros nombres por los que es conocida son Al- Tahira, que quiere decir que era virtuosa y pura, purificada de todo pecado, y era Al- Batul, que quiere decir que era casta y pura, a salvo de la menstruación y del sangrado en los partos.

También es Al- Zakiya, que quiere decir casta, y Al- Radhiyah, la satisfecha o gratificada, y por supuesto, Al- Mardhiya, que significa la que complace a Allah.

Padre e Hija

El Profeta Muhammad y su hija tenían una relación absolutamente influyente.

Incluso Aisha, la esposa del Profeta ha hablado acerca de la fuerte relación entre Muhammad (SAW) y Fátima: “Jamás he visto a alguien como el Mensajero de Allah, en su solemne forma de pararse y sentarse, más que Fátima, que Allah le otorgue más honoro. Cuando ella venía a verlo, él se ponía de pie, tomaba su mano, la besaba y la sentaba donde él estuviere sentado. Y cuando él iba a verla, ella se paraba, besaba sus pies, lo besaba y lo sentaba donde ella estuviere sentada.”

Aisha también dijo: “Jamás he visto a alguien que se parezca más al Profeta de Allah, en la manera de decir y hablar, que Fátima.”

Cuando la gente le arrojó piedras al Profeta de Allah, fue Fátima la que acudió y lo limpió y lo ayudó. Y tanto como Fátima amaba al Profeta, él la retribuía en amor.”

La Importancia de Fátima

Esta gran dama que ha sido de las más brillantes estrellas de la historia islámica había vivido una vida muy influyente e intensa.

Su nombre era Fátima, la hija de Asad, hijo de Hashem.

Fátima había sido dotada con algunas cualidades sumamente exclusivas que ninguna otra mujer antes que ella y ninguna otra mujer después de ella ha obtenido de Allah.

Cada aspecto de su vida espectacular ha sido una lección invaluable para enseñar a toda la humanidad pasada, presente y futura.

El Servicio de Fátima al Profeta (SAW)

Puede decirse que bint Asad ha jugado  un rol sumamente crucial en los años de crecimiento de la vida del Profeta Muhammad (SAW). Ella era como una madre adoptiva para él y contribuyó profundamente en su crianza tanto física como moral, también.

La Suprema Sabiduría de Allah quiso que Su amado Muhammad (SAW) sea criado bajo el cuidado de esta gran dama y su esposo Abu Talib (AS), el protector tío del Profeta (SAW), después de la muerte de sus padres Abdullah y Amina y su abuelo Abdul Muttalib.

Fátima apoyó a su esposo muy desinteresadamente al darle el mejor de los cuidados y comodidad al criar a Muhammad (SAW), cumpliendo con esta divina responsabilidad de la forma más diligente.

El Profeta (SAW) jamás dudó en alabar la amorosa atención y amabilidad maternales que esta gran dama le brindó en su infancia, y él hablaba con estima de ella.

El propio hecho que el Profeta (SAW) la considerara como su madre, habla mucho acerca de la cercanía de Fátima. Él dijo:

“Después de Abu Talib, Fátima bint Asad era la mejor de las criaturas de Allah, quien me cuidó. Ella era mi madre, después que mi propia madre falleciera (Bibi Amina).”

Si Halima, la noble nodriza del Profeta (SAW), que lo había cuidado cuando él era un bebé, tiene mérito por haber jugado un rol muy importante en su vida, Fátima bint Asad, que lo cuidó por más de 20 años, obviamente jugó un rol aún más crucial. Jamás le permitió sentir la ausencia de la calidez y atención maternales.

El Nacimiento Maravilloso

La historia de vida de Hazrat María (SA), la noble madre de Isa (AS), produce asombro considerando la relación y la proximidad que ella compartía con Allah; pero cuando estudiamos la vida de Fátima bint Asad, queda muy en claro que esta gran dama de la historia islámica mantuvo una posición más elevada a los ojos de Allah.

El hecho más fantástico del inusual nacimiento de su hijo, el Imam Ali (AS), no puede ser considerado menos que un milagro de milagros.

Uno de los más cercanos compañeros del Profeta (SAW), Yazid ibn Qana’b, comenta el incidente del asombroso nacimiento del Imam Ali (AS) con las siguientes palabras:

“Abbas ibn Abdul Muttalib y yo estábamos sentados entre un grupo de miembros de la tribu Bani Abdul Azi, mirando a la Kaaba. Podíamos observar a Fátima bint Asad que aún llevaba al Imam Ali (AS) en su vientre, dirigiéndose a la Kaaba. Era evidente que se hallaba con dolores de parto y podíamos oírla conversando en estos términos con su Señor: “¡Oh, mi Proveedor! Tengo plena fe en Ti y en Tu Profeta (SAW) como también en los libros que has enviado. Atestiguo las palabras de mi ancestro Abraham (AS), el que construyó la Kaaba. En nombre de aquél que construyó esta Casa y en nombre de la criatura que tengo, haz de éste, un parto fácil para mí.”

En ese momento, fui testigo que la pared trasera de la Kaaba repentinamente se partió y Fátima ingresó en ella y desapareció. Abbas ibn Muttalib y yo nos aproximamos a la quebradura al instante, pensando que también nosotros podríamos pasar a través de ella, pero encontramos la pared cerrada.

Inmediatamente entendimos que ése era un acto divino. Fátima bint Asad salió de la Kaaba al cuarto día con su bebé, el Imam Ali (AS), en sus brazos.”

Este hecho ha sido confirmado por numerosas fuentes confiables, haciendo de este suceso el primero y último de esta especie.

Fátima bint Asad al evaluarse a sí misma, en comparación con otras grandes personalidades mujeres de la historia islámica, ha descripto su exclusiva posición por la Voluntad de Allah. Dice:

“Allah elevó mi posición por encima de todas las demás mujeres antes de mí. Asiya (la esposa de Faraón) fue obligada a adorar a su Señor desde un lugar indeseable, que sólo es aceptable con la condición que no haya otra elección. María, la hija de Imrán (SA), tuvo que agitar una palmera datilera para alimentarse a sí misma- pero yo ingresé en la Casa de Allah y fui alimentada con frutas paradisíacas. En cuanto deseé salir de la Kaaba, oí la Orden diciendo: ‘Fátima, llama a esta criatura Imam Ali, porque es exaltado y su Señor es el Más Exaltado. Lo he llamado por Mí y le he conferido los secretos de Mi Conocimiento. Él es quien purificará Mi Casa de la obscenidad de los ídolos. Él llamará a todos y cada uno a la oración, desde lo alto de Mi Casa y me adorará sólo a Mi. Benditos sean los que los amen y lo sigan; malditos sean los que se le opongan o sean sus enemigos.”

Aunque María (SA) vivió en la Masjid al- Aqsa (la primera Qiblah musulmana), Allah no quiso que ella tuviera a su hijo Jesús (AS) dentro de la Sagrada Casa. Sin embargo, Allah quiso que el Imam Ali (AS) naciera dentro de Su Casa.

La Fidelidad de Fátima al Islam

Todos los historiadores musulmanes afirman que después de Hazrat Jadiyah (SA), Fátima bint Asad fue la primera dama en aceptar el Islam de manos del Profeta (SAW). Ibn Abi al- Hadid ha registrado que Fátima fue la undécima persona en aceptar la religión del Islam.

No estaría fuera de lugar aquí escribir unas líneas con respecto a Abu Talib, el esposo de Fátima bint Asad, y el más leal patrocinador del Profeta Muhammad (SAW).

Muchas personas malintencionadas han acusado a Abu Talib de morir como no creyente, despechado y en la ignorancia. Nos preguntamos cómo alguien de quien la gente afirma que ha sido un no creyente pudo haber compuesto el siguiente verso:

“Ciertamente, he conocido la Religión de Muhammad (SAW), es la mejor religión que ha llegado a la humanidad.”

Además también había compuesto el siguiente verso en  honor del Profeta (SAW):

“El de buen rostro en cuyo nombre, todos y cada uno  imploran por lluvia;

Oh, ciertamente, é les el refugio de los huérfanos

Y el protector de las viudas.”

Además, es más que absurdo e ilógico pensar que Allah dejaría que Su amado Profeta (SAW) bajo la custodia de un impío y que Muhamamd (SAW) tendría el apoyo de alguien que adorase a otro que no fuera el Único Dios Verdadero.

Después de la partida de Abu Talib, Fátima bint Asad participó aun más activamente en las diferentes áreas de la vida, para apoyar al Profeta (SAW) y la Causa del Islam.

Tres días después de la emigración del Profeta (SAW) a Medina, Fátima bint Asad, acompañada de Fátima (SA), la hija del Profeta (SAW) y Fátima bint Zubair, partieron a Medina bajo la protección del Imam Ali (AS). En medina, Fátima bint Asad fue la primera mujer que confirmó su fidelidad al Profeta (SAW) y a la causa del Islam.

Fátima a los ojos del Profeta (SAW)

Como se mencionó antes, Fátima bint Asad mantenía un muy especial y respetable posición a los ojos del Profeta (SAW).

Se cuenta que una vez que ella oyó al Profeta (SAW) mencionando que todos se levantaran, expuestos, el Día de la Resurrección. Fátima reaccionó inmediatamente diciendo: “¡Oh, que vergonzoso!” Oyendo esto el Profeta (SAW) la apaciguó diciéndole: “La pediré a Allah que te levante ¡cubierta!”

En otra ocasión, escuchó al Profeta (SAW) describiendo los tormentos de la tumba. Fátima bint Asad le respondió diciendo: “¡Oh, cuanta indefensión!” El Profeta (SAW) nuevamente le prometió que él rezaría a Allah para que le otorgue descanso en la tumba.

El Profeta (SAW) había descripto a Ammar Yasser la amabilidad que Fátima bint Asad había demostrado para con él, con las siguientes palabras:

“Fátima había tenido muchos hijos de Abu Talib. Esos hijos podían beneficiarla mucho más de lo que yo podía. Aún así, ella me alimentaría, incluso si ello significaba dejar a sus hijos con hambre. Ella me vestiría, incluso si sus otros hijos no tenían qué ponerse. Prestaría mucha atención a mi aseo.”

El Profeta (SAW) solía visitar su hogar a menudo e incluso descansaba en su casa, mostrándole mucho respeto.

Fátima bint Asad también es considerada ser una de las más confiables fuentes de las Tradiciones Proféticas (Hadices) y es conocida por haber contado 46 Tradiciones en total.

La Partida de Fátima bint Asad

El Imam Ali (AS) ha contado que cuando su madre, Fátima bint Asad, partió de este mundo, el Profeta (SAW) la enterró, la amortajó con su propia camisa. También oró por ella y repetía; “Allah es el Más Grande” (Allah- u- Akbar), setenta veces. Luego entró en su tumba y pasó sus manos alrededor de las paredes, como si estuviera aumentando su tamaño. Salió de la tumba llorando amargamente y le pidió a la tumba que no fuera dura para su madre. Al terminar el entierro, Omar le dijo al Profeta (SAW): “¡Oh, Profeta de Allah, tu comportamiento con esta noble dama no tiene precedentes!” El Profeta (SAW) contestó: “¡Oh, Omar! Esta dama era una madre para mí, después de mi madre. Además, Gabriel me ha traído la noticia que Fátima bint Asad es una habitante del Paraíso. Allah ha enviado a 70.000 ángeles para que recen sobre su cadáver.”

Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:

http://www.ahl-ul-bayt.org/en.php/page,25781A119425.html

 

 

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