Representando al Imam Ridha (La Paz sea con él)

Por: Nabila Rizvi

Cuando sostienes una manzana fresca en tu mano, puedes rastrear que ha sido elegida de un árbol sano. Cuando una habitación está inundada de luz, puedes rastrear la luz hacia una fuente de gran poder. Del mismo modo, nuestro comportamiento se remonta a las enseñanzas de nuestra fe, de nuestros Guías Infalibles y en definitiva de nuestro Señor. ¿La pregunta es, estamos viviendo de manera que sea digna de ser remontada hacia ellos?

No importa el tiempo, lugar o edad, debemos intentar vivir como musulmanes en el verdadero sentido de la palabra. Claro, no podemos alcanzar la altura de la infalibilidad como nuestra Ahlul Bayt (La Paz sea con ellos), pero eso no significa que deberíamos abandonar siendo buenos en conjunto. Si fuera inútil tratar de imitarlos, nosotros no habríamos recibido instrucciones para hacerlo.

Entre nuestros muchos impecables modelos de rol, Dios nos bendijo con el Imam Ali ar-Ridha (La Paz sea con él) en el 11 de Dhil-Qada. Cuando viajaba de Medina a Marv – recorriendo las tierras de Arabia Saudita, Irak, Irán y Turkmenistán en el proceso – se detuvo en la ciudad de Nishapur y compartió allí sus conocimientos con los shiítas. Cuando salía, ellos sostuvieron las riendas del camello del Imam y solicitaron más gemas de orientación de su vasto tesoro de sabiduría. Él respondió:

Mi padre, Musa hijo de Jafar, me narró de su padre, Jafar hijo de Muhammad, quien narró su padre, Muhammad hijo de Ali, quien narró su padre, Ali hijo de al-Hussain, quien narró de su padre, al-Hussain hijo de Alí, quien narró su padre, Ali hijo de Abi Talib, quien dijo, escuché que el Profeta (La paz sea con él y su progenie) decía: Escuché decir a Yibrail que el Allah Todopoderoso ha dicho, Yo soy Dios, no hay Dios excepto Yo, entonces adórenme.  Quien viene con el testimonio del Tawhid, seguramente ha entrado en Mi castillo; y quien entra en Mi castillo, estará protegido de Mi castigo.

El Imam Ridha continuó con un calificativo: Con sus condiciones; y yo soy una de sus condiciones. Diciendo esto, se apartó para completar su viaje.

Debemos tomar este hadiz de la Cadena Dorada de Narradores con el corazón y esforzarnos para vivir por ella. Sin aceptar el Imam y su camino, no podemos ser verdaderamente representantes de nuestra fe al testificar la unicidad de Allah. Aceptarlo no significa simplemente orar cinco veces al día y recitar el Corán; por el contrario, significa tratar de aplicar sus enseñanzas en todos los aspectos de nuestras vidas. ¿Podemos respetar a los demás como lo hizo? ¿Hablamos contra el racismo como lo hizo? ¿Damos tan generosamente como lo hizo? ¿Hablamos suavemente y con confianza, como lo hizo?

Al Imam Muhammad Taqi al-Jawad (La paz sea con él) una vez se le preguntó por qué a su padre en particular se lo llamaba ar-Ridha mientras que todos los otros Imames eran técnicamente ar-Ridha también. El Imam Jawad respondió, porque tanto sus enemigos opositores y sus obedientes seguidores estaban contentos con él, mientras que esto no le sucedió a alguno de sus padres, entonces sólo el era llamado ar-Ridha. (Bihar Al-Anwar). Tan entrañable era su carácter que todo el mundo amaba al Imam! Ni que hablar de agradar a nuestros enemigos, es nuestro carácter tal que agrada hasta a nuestros queridos?

Definitivamente no queremos tener que ocultar nuestros rostros cuando nuestro Salvador Esperado (Quiera Allah acelerar su reaparición) retorne. Debería ser obvio que somos seguidores del Imam Ridha. Cuando se habla de un tema polémico con otros o tratar de probar un punto, debemos recordar que debemos hablar sin usar lenguaje obsceno o sin alzar nuestras voces.

Al corregir a alguien – sea el error trivial o enorme – debemos recordar de no avergonzarlos ni burlarse de ellos o corregirlos bruscamente frente a una multitud. Al interactuar con los demás, debemos recordar no degradar a algunos y elevar a otros sólo por su color de piel, riqueza o talentos. Además de los principios básicos de nuestra fe, es en estas aparentemente pequeñas cosas que podemos mejorar nuestro estatus como representantes de la Ahlul Bayt y a los ojos de Allah.

Para ayudarnos mas a fondo, el Imam Ridha elaboró sobre las características de la buena gente: son aquellos que están encantados cuando hacen el bien, buscar el perdón de Allah cuando hacen mal, ofrecen gratitud cuando reciben favores de Allah, son pacientes cuando son juzgados y perdonan (a otros) cuando están enfadados. (Tuhaf al-Uqool)

Parece bastante simple, pero esas características son en las que debemos esforzarnos para complacer a nuestro Señor. Como el Imam Ridha dejó a su familia y viajó a una tierra extraña más lejos que cualquiera de sus antepasados, le fue ofrecido en varias ocasiones el poder corrupto, pero siempre mantuvo su enfoque: el placer de Allah. La conciencia del Imam de Dios en cada situación le dio la mano superior sobre el mundo, porque él no quedó atrapado en la riqueza y el estatus mundanal.

En otra narración, se dice que al Imam se le había dado el sobrenombre de ar-Ridha porque es la voluntad de Allah, el más exaltado, en su cielo, el placer de su mensajero y de los Imames después de él en su tierra. (Bihar al-Anwar) Estaba contento con lo que Allah presentaba, y eso ayuda en darle importancia al otro mundo, en lugar de éste. Si nos concentramos en ganar cercanía al Todopoderoso, nuestra lucha será mucho más fácil porque veremos que no tiene sentido hacer algo que le disgusta y repele a otros de la religión divina.

Si realmente buscamos la intercesión del Imam ar-Ridha en nuestro nombre, y si queremos ser apropiados representantes del Islam, entonces tenemos que trabajar para ello. Al hacerlo, fortalecerá nuestra fe e invitará a otros hacia la religión de la luz. Cuando la gente nos ve, ven un signo de las enseñanzas de Ahlul Bayt? ¿Nuestro comportamiento es un reflejo del correcto hiyab que ellos enseñaron? ¿Nuestro comportamiento hacia los ancianos es un ejemplo del respeto que ellos enseñaron? ¿Nuestras palabras son una marca de la limpieza y la verdad que ellos enseñaron?

Si una fruta fresca es una señal de un árbol sano y una habitación iluminada es un signo de una fuente de luz fuerte, entonces déjennos ser signos de las enseñanzas de los amados Señores Supremos. Tal como – si el Imam ar-Ridha figura en la cadena de oro de los narradores – nadie se sorprende que el Imam se remonte a tan nobles personalidades, no debería sorprender a otros que somos seguidores de la bendita y pura Ahlul Bayt (La Paz sea con todos ellos).

 

Fuente: islamicinsights.com

Link: http://www.islamicinsights.com/religion/religion/representing-imam-ridha.html

Traducción: Laila Hakim para UMMA

 

Filed in: Práctica Islámica, Religión

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