Fátima (La Paz sea con ella) puso en peligro su vida, porque ella había perturbado el reposo de aquellos con sus propias objeciones e ira.
Se opuso al estatus del Califa, a sus acciones injustas, a su egoísmo, a la ansiedad y desunión de la Ummah, a sus bases equivocadas, etc…
Ayer, ella observaba al Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes) en el púlpito, pero hoy Abubakr, siendo un incompetente para alcanzar esta posición, se ha sentado allí, y esto irritó a Fátima (la paz sea con ella).
Ella se opuso sólo por Allah y procuró hacer que los oprimidos de la sociedad vivan y se levanten como un volcán para que quemen y aniquilen cualquier tipo de injusticia y tomen el camino real de la vida humana.
Su modo de objetar:
Ella está en una situación especial en la que no puede tomar las armas; por lo tanto, tiene que demostrar su ira y su oposición a través del lenguaje y la campaña negativa. Además, ella sabía que insultar no cura los dolores, y no merecía su estima. Por lo tanto, ella debía hablar, criticar, gritar y rebelarse.
Ella habló contra Abubakr en la Mezquita, reunió a las mujeres de los Mohajerin (los Emigrantes) y de los Ansar (los Ayudantes) y reveló todos los secretos. Fue a las puertas de los compañeros del Profeta, describió y encarnó el futuro estatus de la Ummah, trató de hacerlos mover y les pidió que administraran justicia, etc…
Con respecto a la campaña negativa, hizo la mayor parte de las oportunidades, porque sabía que la estrella de la fortuna aparecía una vez en la vida y después, nunca volvería. Por lo tanto, había beneficiado los diferentes métodos para esta campaña.
Aunque ella podía hablar, a veces, expresaba su ira con el silencio. Incluso estuvo a punto de hacer uso de su muerte contra la opresión. Recomendó que su cadáver fuera enterrado en la noche, para que los Califas no participaran en la ceremonia de entierro ni rezaran por ella.
Mediante su histórico sermón, mostró su descontento hacia la transgresión de los Califas. Y debe citarse que todos amigos y enemigos sabían que la insatisfacción de Fátima es la insatisfacción de Allah y su Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes).
La predicción de Fátima sobre el futuro:
En medio de todos los ignorantes, Fátima (La Paz sea con ella) estaba despierta y ágil y consciente de los acontecimientos. También podía predecir el futuro y sabía lo que pasaría. Sus predicciones y perspectivas eran Divinas, estables, moderadas y razonables. Ella sabía que ignorar el Califato de Ali (La Paz sea con él) y su legítimo derecho resultaría en una amarga y oscura consecuencia para la sociedad.
Ella predijo el futuro de la Ummah en una reunión con las mujeres de los Mohajerin (los Emigrantes) y los Ansar (los Ayudantes) diciendo:
«Lo que han hecho es como una camella embarazada a la que debemos esperar para parir. Entonces, en lugar de leche, de ella sacarán tazones llenos de sangre y veneno fatal. Después, los delincuentes sostendrán una pérdida y la próxima generación sentirá el efecto de la siniestra fundación de los antepasados».
La predicción de Fátima fue confirmada más tarde y se hizo realidad. La gente probó la amargura y soportó muchos dolores bajo la carga del supuesto gobierno Islámico. Por supuesto, el Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes), Ali y Fátima (La Paz sea con ellos) y los reales compañeros del Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes) habían mostrado su exaltación, pero no hubo oídos, sentido de responsabilidad y ni compromiso.
El estado oprimido de Fátima:
Fátima (La Paz sea con ella) fue una mujer oprimida, pero ella nunca cedió. Tenía muchas objeciones fuertes hacia los actos injustos de los Califas.
Pero ella fue oprimida, porque su derecho fue desatendido, nadie contestó a su grito en la mezquita e incluso la mataron con dolor. Aunque sabía el Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes) de la insatisfacción de Fátima, nadie prestó atención a su insatisfacción. Cuando Aisha (la esposa del Profeta) armó tanto alboroto, Talheh y Zobeir se apresuraron a ayudarla a pesar de que su reacción fue considerada como el desarrollo de la injusticia en la historia y en la sociedad islámica. Pero, por el contrario, en el momento en que la sociedad tenía el matiz del Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes) y el recuerdo del Profeta (La Paz sea con él y sus descendientes) no se había olvidado aún, nadie prestó atención a la súplica de Fátima. Fue como si Fátima (la paz sea con ella) fuera inferior a Aisha.
Sí, ella fue oprimida, pero ¿quién fue el opresor? ¿Quién se apoderó de su derecho?
La queja de Fátima:
La historia ha registrado su nombre como una de los cincos que lloraron sobremanera: Adán, Noé, Jacob, Yahya (Juan) y Fátima (la paz sea con ella). Pero el misterio del llanto de Fátima ha sido el menos indagado, y ha sido el menos analizado. Por qué lloraba tanto a pesar de la grandeza de su alma?
Fátima lloraba por la pobreza o por la usurpación de su propiedad?, por no tener ni lujos ni vestidos hermosos o caros? Desde luego, no.
Ella lloró debido al derecho de Ali y como resultado, el derecho islámico había sido descuidado. Además, ella no estaba satisfecha con el pasado, es decir, con la época de la ignorancia y no quería que se repita. Lloraba porque vio a la humanidad yendo hacia la diversión, encontrando a los oprimidos en el dolor y a los opresores en la comodidad y superioridad.
Pero por qué aplicó el arma del llanto? Fue porque llorando despertó emociones, atrajo las mentes y pensamientos hacia sí misma, obligó a algunas personas a buscar acerca de por qué ella lloraba y de esta manera descubrir la verdad.
Se cree que si Fátima (La Paz sea con ella) viviera en el mundo de hoy en día, ella gritaría todos estos motivos y la falta de objetivo y derramaría lágrimas sobre toda esta hipocresía, la falta de sinceridad, así como por la soledad del Islam. Además, estaría triste si ella percibiera que algunos de los llamados musulmanes siguen los modelos equivocados.
Tomado de: Fatimah (A.S) The Most Paramount Lady of Islam
Por: Dr. Ali Ghaemi
Fuente: TEBYAN. Net
Link: http://english.tebyan.net/newindex.aspx?pid=206456
Traducción: LAILA HAKIM para UMMA
