Bibi Fizza, La Sierva de Al Zahra (La paz sea con ella)

Traducido al español para U.M.M.A por Fabiana Ríos

Bibi Fizza había llegado de Abisini a Arabia como esclava. Fue liberada por el Santo Profeta (La paz y las bendiciones sean con él y su descendencia) y después, estuvo al servicio de Hazrat Fátima (La paz sea con ella) como su criada. Hazrat Fátima (La paz sea con ella) dividía el trabajo hogareño por igual entre ella y Bibi Fizza y se turnaban para hacer el trabajo doméstico. Se mantuvo leal a la casa de Ahlul- Bait (La paz sea con ellos) y los acompaño a Karbala y a la prisión de Sham. Tuvo el honor de participar en los “Tres Días de Ayuno”.

En una ocasión cuando los Imames Hassan y Hussein estaban enfermos, el Santo Profeta (La paz y las bendiciones sean con él y su descendencia) sugirió al Imam Ali (La paz sea con él) que haga una promesa (Nazr) de ayunar tres días cuando los niños se hubiesen repuesto. Cuando estuvieron mejor, el Imam Ali (La paz sea con él), Bibi Fátima (La paz sea con ella), el Imam Hassan (La paz sea con él) el Imam Hussein (La paz sea con él) y Bibi Fizza ayunaron para cumplir con la promesa.

Sin embargo, en cada uno de los tres días, cada vez que se sentaban a terminar con el ayuno, una persona hambrienta llamaba a su puerta. El primero decía ser pobre, el segundo decía ser un huérfano, y el tercero decía ser un era un cautivo liberado. En cada ocasión los generosos corazones de los miembros de la casa, entregaron su comida y terminaban el ayuno con agua. En alabanza de esta desinteresada acción Allah reveló el Capítulo 76 del Santo Corán. El incidente es descripto del siguiente modo:

“Fueron fieles a sus promesas y temieron un día cuyo mal seria de alcance universal. Por mucho amor que tuvieran al alimento, se lo daban al pobre, al huérfano y al cautivo: “Os damos de comer sólo por agradar a Dios. No queremos de vosotros retribución ni gratitud. Tememos, de nuestro Señor, un día terrible, calamitoso”. Dios les preservará del mal de ese día y les llenará de esplendor y alegría”
(Sura Al Insan 76: 7- 11).

Abdullah Mubarak ha relatado un diálogo sumamente interesante entre él y Bibi Fizza. Él afirma “Ví una mujer atravesando el desierto que había caído detrás de la caravana y le pregunté: “¿Quién eres y de dónde vienes?”
Ella contestó:
“Aléjate, pues, de ellos y di: “¡Paz!” ¡Van a ver!” (Sura Az zujruf 43: 89).

Me dí cuenta que ella esperaba que la saludara y dijese “Salam Alaykum” primero, antes de cualquier pregunta. Hice lo que me pidió, y luego le pregunté por qué estaba en el desierto.
Ella respondió:
“Y aquél a quien Dios dirija nadie podrá extraviar” (Sura Az Zumar 39: 37).

Al oír su respuesta, le pregunté: “Eres humana o una- jinn?”
Ella contestó:
“¡Hijos de Adán! ¡Atended a vuestro atavío siempre que oréis!” (Sura A’raf 7: 31)

Entendí que era humana y entonces le pregunté: “¿De dónde vienes?” Ella replicó:
“Aquellos que son llamados desde un lugar lejano” (Sura Ha Mim 41: 44).

Le pregunté “¿Adónde quieres ir?”
Ella dijo:
“Dios ha prescrito a los hombres la peregrinación a la Casa” (Sura Al- Imram 3: 97).

Le pregunté cuántos días llevaba viajando.
Ella me dijo:
“Creamos los cielos, la tierra y lo que entre ellos hay en seis días” (Sura Qaf 50: 38).

Le pregunté: “¿Tienes hambre?”
Ella respondió:
“No les dimos un cuerpo que no necesita alimentarse” (Sura An- Biya 21: 8).

Le di alimento y le pedí que se apurara para alcanzar la caravana, pero ella contestó:
“Dios no pide nada a nadie más allá de sus posibilidades” (Sura Baqarah 2: 286)

Le sugerí que se sentara en el camello detrás de mí, pero ella dijo:
“Si hubiera habido en ellos otros dioses distintos de Dios, se habrían corrompido” (Sura An- Biya 21: 22).

Me dí cuenta que porque no éramos marido y mujer, era “Haraam” (pecado) para ambos montar juntos en el camello. Así que descendí y la monté a ella. Mientras se sentaba en el camello, dijo:
“¡Gloria a Quien ha sujetado esto a nuestro servicio!” (Sura Zujruf 43: 13).

Cuando alcanzamos la caravana le pregunté: “¿Conoces a alguno de ellos?”
Ella dijo en respuesta: ”
“¡David! Te hemos hecho sucesor en la tierra.”(Sura Saad 38: 26).

“Muhammad no es sino un enviado” (Sura Al- Imram 3: 144).

“¡Oh Yahya! ¡Sostén la Escritura con mano firme!”(Sura Maryam 19: 12).

“¡Moisés! ¡Yo soy Dios Todopoderoso!” (Sura Naml 27: 9).

Comencé a gritar estos cuatro nombres, con lo que cuatro jóvenes salieron de la caravana y se acercaron a Bibi Fizza. Le pregunté quiénes eran y ella contestó:
“La hacienda y los hijos varones son el ornato de la vida de acá” (Sura Kahf 18: 46).

Me dí cuenta que eran sus hijos. La mujer se volvió a los jóvenes y dijo:
“¡Padre! ¡Dale un empleo! No podrás emplear a nadie mejor que este hombre, fuerte de confianza” (Sura Qasas, 28: 26).

De este modo, les hizo comprender que yo la había ayudado.
Luego les dijo:
“Así dobla Dios a quien Él quiere” (Sura Baqarah 2: 261).

Los hijos comprendieron lo que la madre les quería decir y me retribuyeron bien. Les pregunté quién era la noble dama, y ellos contestaron: “Nuestra madre Fizza, es la sierva de la Señora Fátima (La paz sea con ella). Ella, desde hace veinte años, no habla sino con las palabras del Santo Corán.”
Referencia: www.rafed.com

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