En el Nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo
ALEYA 4:
مالِكِ یَوْمِ الد ِّین
«Soberano del Día de la Recompensa (el Día del Juicio).”
Exégesis:
La creencia en la Resurrección es el segundo pilar de la fe.
Esta aleya llama la atención sobre otra de las bases principales del Islam que es la creencia en el Día del Juicio Final, diciendo “Soberano del Día de la Recompensa (el Día del Juicio)”, con lo cual se perfecciona el eje “inicio-retorno” (“mabda-ma’ad”), el cual se considera base de todas las correcciones morales y sociales de la vida del hombre.
Es interesante saber que utilizar la palabra “Malik” (“Soberano”) está indicando el completo dominio y control firme de todas las cosas y de todas las personas en un Día en el cual todos los seres humanos se presentan ante este gran Tribunal para rendir cuentas, deteniéndose ante su Dueño verdadero, presentando a la vista todas las obras, dichos y pensamientos. No se perderá ni una sola cosa, por más insignificante que sea, y nada será olvidado. El hombre deberá sobrellevar el peso del resultado de sus acciones directas y de aquellas que no ha hecho directamente, pero ha ordenado o planeado realizar.
Sin lugar a ninguna duda, en ese Día se evidenciará que el dominio de Dios es real, no virtual, así como nuestro dominio sobre las cosas es virtual, no real. Cuando adquirimos una propiedad, hacemos un trámite y por medio de una escritura tenemos dominio sobre ella. Pero con otro trámite, tal dominio desaparece. El dominio de Dios respecto del Universo y sobre todas las cosas es real, corporizándose en la particular relación entre todos los seres y Él, relación que si llegase a interrumpirse por un instante, todos los seres desapareceríamos para siempre, tal como desaparece la luz de una lámpara cuando se corta el contacto con la fuente de electricidad.
En otras palabras, podemos decir que ese dominio de Dios viene debido a que Él es Creador y Señor (Educador), que Ha creado las creaciones y las educa bajo Su control y consideración, dándoles momento a momento el ser (o todo cuanto poseen). Por consiguiente, Él es el Dueño real de ellos.
Podemos ver un ejemplo pequeño de propiedad real en nosotros mismos, Nosotros somos dueños de nuestros ojos, orejas, corazón y nervios de nuestro cuerpo, no con un sentido virtual sino real, que surge de la relación con cada una de las partes del cuerpo.
Surge una pregunta : ¿Por qué decimos que Dios es el “Dueño del Día de la Recompensa”, si Él es Soberano de todo el mundo? La respuesta es la siguiente: si bien es cierto que Dios es el Dueño de este mundo y del otro, Su Dominio sobre el Día del Juicio Final es más claro y manifiesto. Pues aquel Día todas las relaciones materiales y vínculos virtuales serán cortados, y nadie poseerá absolutamente nada por sí mismo. Todas las cosas serán exclusivamente de Dios. Incluso si alguien desee beneficiarse de la intercesión, no lo hará sin Su Permiso. Como dice el Corán:
يَوْمَ لَا تَمْلِكُ نَفْسٌ لِّنَفْسٍ شَيْئًا ۖ وَالْأَمْرُ يَوْمَئِذٍ لِّلَّهِ
“El Día en que nadie podrá hacer nada a favor de nadie, y será Dios Quien ese Día decida.” (82:19)
En otras palabras: una persona puede apresurarse en este mundo para ayudar a otra persona, defenderla con su lengua, protegerla con su dinero, apoyarla con su poder y sus seguidores, y puede incluirla en su protección a través de diversos proyectos y planes. Pero estos tipos de ayuda no existen en ese día. Por eso, cuando se les haga esta pregunta a los humanos:
…لِّمَنِ الْمُلْكُ الْيَوْمَ ۖ لِلَّهِ الْوَاحِدِ الْقَهَّارِ
¿De Quién será el Dominio ese Día?”, se responde:
“De Dios, el Uno, el Triunfador”. (40:16)
La creencia en el Día de la Resurrección y en este gran tribunal en el cual todas las cosas serán enumeradas de manera detallada y justa tiene una fuerte influencia en el control que el hombre ejerce sobre las acciones malas e inadmisibles. Uno de los factores del poder de la oración para prohibir la deshonestidad y lo reprobable es que ella le recuerda al hombre sobre un Principio que conoce todas las obras (Dios) y sobre el gran tribunal de la Justicia Divina.
Por otro lado, considerar que Dios es el Dueño del Día de la Recompensa y creer en Su Dominio sobre ese Día es un apoyo en el enfrentamiento contra las creencias de los politeístas y los que niegan el retorno. Porque la fe en Dios es una creencia general e innata, inclusive entre los idólatras de la época preislámica. Esto es lo que declara el Corán cuando dice:
…وَ لَئِنْ سَأَلْتَھُمْ مَنْ خَلَقَ السَّماواتِ وَ الأَْرْضَ لَیَقُولُن َّ الله َُّ
“Si les preguntas: ‘¿Quién ha creado los cielos y la tierra?’, seguro que contestan:’Dios’…” (31:25)
Pero con la creencia en la Resurrección no es así. Los politeístas no creían en eso y se burlaban sobre lo que el Profeta (BPD) les decía, tal como vemos en el Corán:
وَ قالَ الَّذِينَ كَفَرُوا هَلْ نَدُلُّكُمْ عَلی رَجُلٍ يُنَبِّئُكُمْ إِذا مُزِّقْتُمْ كُلَّ مُمَزَّقٍ إِنَّكُمْ لَفِي خَلْقٍ جَدِيدٍ، أَفْتَری عَلَی اللَّـهِ كَذِباً أَمْ بِهِ جِنَّةٌ
“Los incrédulos dicen: ‘¿Queréis que os indiquemos a un hombre que declara que cuando estéis completamente descompuestos (convertidos en polvo) realmente se os creará de nuevo? Ha inventado una mentira contra Dios o es un poseso (o demente)…’” (34:7-8)
Se ha narrado de ‘Alí ibn Husein As Sayyad (P) que cuando recitaba la aleya “Soberano del Día de la Recompensa”, la repetía hasta casi desvanecerse.33
En cuanto al término “Día de la Recompensa”, en cualquier parte del Corán en que figura significa el Día de la Resurrección. Se repite en más de diez sitios del Corán y en las aleyas 17, 18 y 19 de la sura 82 se menciona el sentido con claridad.
En cuanto a la denominación “Día de la Recompensa”, se debe a que en ese Día los secretos se pondrán al descubierto y se le pedirá cuentas a la gente por lo que ha obrado en forma detallada. Entonces, cada persona verá la retribución de sus acciones, ya sean buenas o malas. La palabra “DIN” en el diccionario árabe se define como “Recompensa” (retribución, remuneración) y en el Día del Juicio lo más evidente es la retribución por las acciones.
En un dicho del Imam Sadiq (P) se menciona que “Iaumud-din” (El Día de la Recompensa) significa el Día de la cuenta, aludiendo a la causa que nos introduce en la retribución: la rendición de cuentas.34
Algunos exégetas mencionan que la denominación del Día del Juicio como “Día de la Recompensa” se debe a que cada persona recibirá su retribución de acuerdo a su religión (su “DIN”). Pero el sentido anterior (que la retribución es por las acciones) es más correcto.
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33 Tafsir Nur Az Zaqalain, v.1, p.19.
34 Mayma ‘ul Baian, a continuación de la aleya que se está analizando
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