N°2- Palabras del Imam Husain, desde Medina a Karbalá

 

…Según lo transmitido por el autor de Luhûf y otros historiadores, a la mañana siguiente de la noche mencionada, cuando Husaîn Ibn ‘Alî se topó con Maruân Ibn Hakâm fuera de la casa, este dijo: «Oh, ‘Aba ‘Abdil-lah, yo quiero vuestro bien y tengo una propuesta beneficiosa para usted».

El Imam le preguntó: «¿Cuál es tu propuesta?». Y éste le respondió: «Tal como anoche se planteó en la reunión con Üalid Ibn ‘Ûtbah, usted júrele fidelidad a lazîd que esta obra lo beneficiará en este mundo y en el otro». El Imam (la paz sea con él) le dijo:

 «Innâ lil-lahi ua inná ilaihi râyi’ûn […]» («De Dios venimos y hacia Él retornamos…»):

 *Respuesta a Marûân Ibn Ĥakam* 

إِنَا اللَّهِ وَ أَنَّا إِلَيْهِ رَاجِعُونَ وَ عَلَى الإِسْلامِ السَّلَامُ إِذَا بُلِيَتِ الْأُمَّهُ بِراعٍ مِثْلَ يَزِيدَ وَ لَقَدْ سَمِعْتُ جَدِّى رَسُولَ الله صلّى الله عليه و آله يَقُولُ : الخِلافَةُ مُحَرَّمَةٌ على ال ابي سُفْيانَ فَإِذَا رَأَيْتُمْ مَعاوِيَة عَلَى مِنْبَرِى فَابْقَرُوا بَطْنَهُ وَ قَد رَآهُ أَهْلُ الْمَدِينَةِ عَلَى الْمِنْبَرِ فَلَمْ يَبْقَرُوا فَابْتَلَاهُمُ اللَّهُ بِيَزِيدَ الْفَاسِقِ.

«Ciertamente de Dios venimos y hacia Él seremos devueltos. Se deberá despedir al Islam cuando los musulmanes padezcan un gobernador como Iazîd. Y ciertamente que he oído de mi abuelo, el enviado de Dios, la paz sea con él y su familia, decir: «El califato ha sido prohibido para la familia de ‘Abu Sufîân. Y si algún día observáis a Mu’âûîah sobre mi púlpito, córtenle su vientre». Sin embargo, los habitantes de Medina lo vieron sobre el púlpito del Profeta y no lo mataron. (Por eso) Dios les hizo padecer a Îazîd, el corrupto (que era peor que Mu’âûîah). 

 *Dos roles diferentes en la lucha de los Imames (la paz sea con ellos)* 

…Se evidencia en las palabras del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) en Medina, y desde los primeros días del gobierno de Îazîd, que el Imam había determinado y explicado directamente su posición frente a este gobierno que

consistía en la lucha y resistencia positiva y continuó esta posición hasta el final de sus días. Cabe destacar aquí, para el estimado lector, un tema

básico respecto a los roles diferentes de los Imames de la guía (la paz sea con ellos) en su lucha frente a los opresores y despóticos: la lucha frente a la opresión y corrupción así como no es específica del Imam (la paz sea con él), sino que todos los infalibles-que son la fuerza de resguardo y protección del Islam- tenían tal grado de resistencia y combate en la época en que lideraban, pero en su lucha en contra de sus opositores, quienes habían hecho del Islam su juguete- luchaban en dos aspectos diferentes, de acuerdo a las circunstancias y condiciones en las que se encontraban: positivo y negativo.

 *Lucha negativa:* se aplicaba cuando, por un lado, las circunstancias que predominaban en la sociedad se presentaban de tal forma que la lucha frente a frente, con toda la fuerza unida y calculadora del enemigo, resultaría en un fracaso definitivo y en un desgaste de las propias fuerzas y, por otro lado, a raíz del mismo ambiente imperante, no existía ninguna ventaja para el Islam, ni siquiera a largo plazo -pues se consolidaba y fortalecía la fuerza y dominio multidimensional del enemigo-…

De entre las manifestaciones y ejemplos de la resistencia negativa de nuestros Imames se encuentra el tema de la prohibición de todo tipo de dependencia, inclinación o colaboración con el califato.

Incluso, les habían prohibido recurrir a la administración de Justicia dependiente del califato.

Se puede mencionar como ejemplo y testimonio de este tipo de lucha, la conversación del Imam Mûsâ îbn Ÿa’far (la paz sea con él) con Şafuân Ÿammâl quien había alquilado sus camellos a la gente de la corte del califa Hârûn Ar Rashîd, el poderoso dictador de la historia. Aunque eran para la peregrinación, el Imam le prohibió a Şafûân esta acción. Este, para cumplir con la orden del Imam, vendió todos sus camellos en una sola transacción.

Naturalmente, este no fue un asunto encubierto a los ojos de Hârûn. Por ello, lo llamó a Şafuân y lo amenazó de muerte. 

El rol de la lucha negativa, además de debilitar el poder del gobierno y que un número de dispositivos e individuos, se abstuvieran de colaborar con el califato era una prueba, en sí misma, en contra del régimen y demostraba la ilegitimidad del gobierno.

En realidad, esta posición de los Imames concientizaba a las masas respecto a la naturaleza de los califas además de ser una introducción para las resistencias y luchas positivas en el futuro. 

 *Lucha positiva:* se aplicaba cuando la lucha era beneficiosa y fructifera, según las circunstancias y condiciones y a largo plazo. Los Imames de la buena guía entraban en el campo de batalla y consideraban el mayor de los pecados no sólo al silencio, sino incluso, a la resistencia negativa frente a los gobernadores criminales. Según un dicho del príncipe de los creyentes quienes así actuaban eran considerados: «kufrun bima anzala Al-lah» («incredulidad de la revelación divina»),

La forma más evidente de ambas luchas se observa en el método y conducta del Imam Husain Ibn ‘Ali (la paz sea con él), pues  durante diez años, desde el año 50 hasta el año 60 de la hégira (que es el periodo entre el martirio del Imam Hasan al Muỹtabā (la paz sea con él) y la muerte de Mu’âûiah se valió del método de la lucha o resistencia negativa, así como lo hicieron algunos de los Imames según las condiciones y situaciones. Sin embargo, luego de la muerte de Mu’âûiah- cuando se dieron las condiciones para la lucha positiva- el Imam inició su lucha y aclaró su posición positiva y revolucionaria sin la más mínima vacilación y, a pesar de la intensa oposición de todos sus amigos y parientes, eligió un camino que culminó en su martirio y todo ello, contando con pocos fieles y acompañado de la infidelidad, vacilación y

miedo de la gente – factores estos de los que el Imam estaba

consciente-. En este camino, su cuerpo fue blanco de flechas, lanzas y espadas; y su cuerpo fue pisoteado por la herradura

de los caballos. No obstante, el Imam sabía que las circunstancias no iban a permitir que su pura sangre se perdiera en

vano y que el aparato propagandistico de los Omeyas, con todo su esfuerzo la pudieran hacer perder.

Pero ¿acaso no era idónea la elección de este mismo método para el Imam Husain en la época de Mu’âûîah en las condiciones vigentes para aquella época? No, pues si fuese así, su trato con Mu’âüîah, al igual que su padre, el Príncipe de los creyentes (la paz sea con él) hubiera sido una lucha positiva y no negativa»*.

*N.del T.: Las condiciones eran diferentes en esa época y la actitud.de

Mü’âûíah en relación al Islam era diferente a la de Iazid  si las condiciones hubieran sido las mismas, la lucha hubiera sido positiva.

Libro: Palabras del Imam Husain desde Medina a Karbalá. 

Autor: Aiatullah Muhammad Sadiq Naymí. 

Traductores: Zohre Rabbani, Masuma A. de Paz.

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