5:42 pm - sábado marzo 21, 5553

N°19 Continuación de la Exégesis de la Sura Al-Baqarah, Aleyas 23-24

En el Nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo

‎‏وَ إِنْ كُنْتُمْ فِي رَيْبٍ مِمَّا نَزَّلْنا عَلی‌ عَبْدِنا فَأْتُوا بِسُورَةٍ مِنْ مِثْلِهِ وَ ادْعُوا شُهَداءَكُمْ مِنْ دُونِ اللَّـهِ إِنْ كُنْتُمْ صادِقِينَ (٢٣) 

“Si tenéis dudas de lo que Hemos revelado a Nuestro siervo [Muhammad], ¡traed una sura semejante a  esta! Convocad a vuestros testigos aparte de Dios [para que os ayuden], si es verdad lo que decís.”(2:23)

‎فَإِنْ لَمْ تَفْعَلُوا وَ لَنْ تَفْعَلُوا فَاتَّقُوا النَّارَ الَّتِي وَقُودُهَا النَّاسُ وَ الْحِجارَةُ أُعِدَّتْ لِلْكافِرِينَ (٢٤)

“Pero si no lo hacéis, y jamás podréis hacerlo, entonces ¡guardaos del Fuego Infernal cuyo combustible lo constituyen los hombres y las piedras, el cual ha sido preparado para los incrédulos !” (2:24)

¿Acaso El Corán invita a alguien a confrontarse?

El Corán, en varias suras, invita a la confrontación. Por ejemplo:

A) En la aleya 88 de la sura Al Isra‟ (17) –esta sura fue revelada en La Meca–leemos: 

قُلْ لَئِنِ اجْتَمَعَتِ الْإِنْسُ وَ الْجِنُّ عَلی‌ أَنْ يَأْتُوا بِمِثْلِ هذَا الْقُرْآنِ لا يَأْتُونَ بِمِثْلِهِ، وَ لَوْ كانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَهِيراً.

“Di: Si los hombres y los genios se unieran para producir un Corán semejante este, no podrían conseguirlo, aunque se ayudaran mutuamente“.

B) En las aleyas 13 y 14 de la sura Hud (11) –también revelada en La Meca–leemos:

أَمْ يَقُولُونَ افْتَراهُ، قُلْ فَأْتُوا بِعَشْرِ سُوَرٍ مِثْلِهِ مُفْتَرَياتٍ وَ ادْعُوا مَنِ اسْتَطَعْتُمْ مِنْ دُونِ اللَّـهِ إِنْ كُنْتُمْ صادِقِينَ. فَإِلَّمْ يَسْتَجِيبُوا لَكُمْ فَاعْلَمُوا أَنَّما أُنْزِلَ بِعِلْمِ اللَّـهِ‌

O dicen: “Él lo ha inventado“. Di: “Si es verdad lo que decís, ¡traed diez suras semejantes a esta, inventadas y llamad a quien podáis, en lugar de llamar a Dios!“ Y si no pueden dar una respuesta, sabed que ciertamente [este Corán] ha descendido con el  conocimiento de Dios…

C) La aleya 38 de la sura Iunus (10) –revelada también en La Meca– dice así:

أَمْ يَقُولُونَ افْتَراهُ قُلْ فَأْتُوا بِسُورَةٍ مِثْلِهِ وَ ادْعُوا مَنِ اسْتَطَعْتُمْ مِنْ دُونِ اللَّـهِ إِنْ كُنْتُمْ صادِقِينَ‌

“Dicen: “Él lo ha inventado“. Di: “¡Traed un sura semejante y llamad a quien podáis, en lugar de llamar a Dios si sois veraces!“

D) La aleya que estamos analizando (2:23) fue revelada en Medina. Tal como puede observarse, el Corán invitó al enfrentamiento en forma evidente y decisiva, sin igual, con claridad y firmeza, siendo esto una muestra viva de su legitimidad.

El Corán en forma contundente y decisiva llama a todos los seres del mundo y a todos aquellos que dudan de que sea una revelación del Creador, a una confrontación. No sólo los invita sino que también los desafía y provoca para enfrentarse con palabras que, como suele decirse, “molestan al honor“, por ejemplo,  las siguientes: 

«Si es verdad lo que decís,

Traed diez suras semejantes a esta, inventadas“.

“…y llamad a quien podáis, en lugar de llamar a Dios“

“¡Traed una sura semejante… si sois veraces!“

“Di: Si los hombres y los genios se unieran…“

“no podrían conseguirlo…“

“Guardaos del fuego cuyo combustible lo constituyen hombres y piedras“

“Pero, si no lo hacéis –y nunca podréis hacerlo–…“.

Estas llamadas y provocaciones no eran un mero reto literario o religioso, sino todo un desafío “político“, “económico“ y “social“, un enfrentamiento del cual todo dependía, inclusive “la existencia“ de ellos. En otras palabras: era considerado un «enfrentamiento vital» que dilucidaba el camino, el destino de sus vidas y sus muertes. En caso de que triunfasen, lo tendrían todo; en caso de que perdiesen, perderían todo lo que poseían. Así, cuando vemos cómo cedieron ante el Corán y no pudieron traer algo semejante a este, dilucidamos mejor el milagro del Corán.

Lo más importante de todo es que estas aleyas no son exclusivas para una época o lugar específico. Este desafío se extiende a todos los seres humanos y centros científicos del mundo sin ninguna excepción, incluso en el presente.

¿Cómo podemos saber que no han traído algo parecido?

La respuesta a esta pregunta queda clara al echar un vistazo a la historia del Islam, ya que dentro de los países islámicos en la época del Profeta (BPD) y después de él inclusive en las mismas ciudades de La Meca y Medina, vivían cristianos y judíos obstinados y fanáticos, que aprovechaban cualquier oportunidad para debilitar a los musulmanes. Además entre los musulmanes vivía un grupo de “musulmanes hipócritas “ que el mismo Honorable Corán los llama   «munafiquín», quienes espiaban para los extranjeros tal y como está registrado en la historia respecto a “Abu ‘Amir“,  el sacerdote y sus compañeros, que eran de los hipócritas de Medina, y de cómo mantenían relaciones con el Emperador Romano, que concluyó con la edificación de la mezquita “Dharar“ en Medina, y creó la escena asombrosa que el Corán menciona en la sura At Taubah.

Seguramente este grupo de hipócritas, así como ese conjunto de enemigos fanáticos y obstinados, sigilosamente se encontraban alertas respecto a la situación de los musulmanes y acogían cualquier corriente que estuviese en contra de ellos. En caso de que hubiesen logrado traer un libro como este, lo hubiesen publicado y propagado hasta donde hubiese sido posible para derrotar a los musulmanes, o por lo menos se hubiesen esforzado en el cuidado y subsistencia del mismo.

Y vemos cómo la historia ha registrado, inclusive, los nombres de personas que pretendieron oponerse al Corán incluso con un argumento muy débil. Uno de los ejemplos más claros fue el de Musailimah‟ Kadh–dhab, un hombre de Iamamah, que se rebeló en contra del Corán y, con la intención de hacerse pasar por profeta, presentó algunas aleyas que parecen ser, más bien, un pasatiempo. Es oportuno que mencionemos algunas de estas frases  para tener una idea de lo burdo de su intento:

1. En la obra “I’yazul Quran“ de Rafi’í están registradas estas frases las cuales presentó para la sura Adh Dhariat (51): “¡Por los campesinos!, ¡Por los agricultores!, ¡Por los que cosechan!, ¡Por los que separan la paja del trigo!, ¡Por los que separan el trigo de la paja!, ¡Por los que preparan la masa!, ¡Por los que hornean el pan!, ¡Por los que desmenuzan el pan!, ¡Por los que toman bocados grasosos y blandos!“.

2. La siguiente frase está registrada como una aleya en la obra: “El Corán y el último Profeta“: “¡Oh, rana! ¡Hija de rana! ¡Llama lo que quieras! ¡La mitad de ti se encuentra en el agua y la otra mitad en el fango! ¡No enfangas el agua, ni tampoco impides a nadie que beba agua!“

 *Otros testimonios respecto al Corán.* 

Aquí consideramos necesario mencionar algunas frases de los grandes sabios e inclusive de aquellos que han sido acusados de rebelarse al Corán, respecto a la grandeza de este Libro Sagrado:

1. Abu La’la‟ Ma’arra (acusado de oponerse al Corán) afirma: “Estas palabras son aceptadas por toda la gente –musulmán y no–musulmán– que el Libro que trajo Muhammad (BPD), ha hecho fracasar a los intelectos ante sí mismos, y hasta el día de hoy nadie ha podido traer algo semejante a este. El método de este Libro no se asemeja al método de ningún libro entre los árabes ya fuesen discursos, epopeyas, poemas o prosas rítmicas. Los puntos favorables y atracciones de este Libro son tan numerosos que si una de sus aleyas se encontrase entre las palabras de otros, ¡esta brillará al igual que una estrella en la noche oscura!“

2. Walid Ibn Mugaiarah Majsumi – hombre conocido entre los árabes por su prudencia y cordura, que para resolver los problemas sociales en el tiempo de la ignorancia aprovechaban de su buen juicio y sensatez, y por ello lo llamaban “la flor más bella del Quraish“. Después de que escuchó del Profeta (BPD) algunas aleyas del principio de la sura Gafir (40), se presentó en una reunión de la tribu de Bani Majsum y dijo así: “Juro por Dios que escuché de Muhammad (BPD) unas palabras que no se asemejan a las palabras de los hombres ni a las de los ángeles. Sus palabras contenían una dulzura propia y belleza especial, la parte superior de estas (al igual que las ramas fructuosas) estaban cargadas de frutos, y en la parte baja de estas (similar a las raíces de los árboles viejos) eran poderosas, palabras que salen victoriosas ante cualquier otra, y nada podrá vencerlas“.1 

3. Carlille –historiador y conocido erudito inglés argumenta respecto al Corán: 

“Si contemplamos una sola vez este Libro Sagrado, observaremos cómo desarrolló en sí mismo la superioridad de su verdad y las cualidades especiales de los secretos de su existencia en el contenido de su esencia, que muestra perfectamente la grandeza y verdad del Corán. Y esto mismo es una gran superioridad, propia únicamente de este Libro Sagrado, que no puede ser observada en ningún otro libro científico, político y económico. Así es, leer algunos libros influye fuertemente en la mente del hombre, sin embargo, nunca podrán ser comparados con la influencia de este Libro Celestial. Es por ello que debemos decir:  «las ventajas esenciales del Corán están relacionadas con las verdades y los sentimientos puros que contiene, los grandes temas y los contenidos importantes que no admiten duda ni vacilación. Este libro abarca todas las virtudes necesarias para lograr e perfeccionamiento y la felicidad de la humanidad».2

4. John Davenport registra en su obra «An Apology for Mohammed and the Koran» lo siguiente: “El Corán es tan perfecto y puro que está exento de la más mínima corrección o modificación, y posiblemente desde su inicio hasta su fin sea leído sin que el hombre sienta el más mínimo aburrimiento o tristeza“. Así también en otra de las páginas de esta misma obra redacta: “Y todos aceptan que El Corán contiene completa elocuencia y claridad en su escrito y lengua, y que fue revelado en el dialecto utilizado por la tribu del Quraish, que es la tribu más noble y educada entre los árabes… y está lleno de las más luminosas metáforas y comparaciones…“.3

5. El gran poeta y sabio alemán “Goethe“ manifiesta lo siguiente: “El Corán es una obra que (algunas veces) por el peso de sus términos, el lector en un principio se desilusiona y después se enamora de su atracción, y por fin sin darse cuenta se ve fascinado por su encantadora belleza“.4

Y en otra parte de esa misma obra escribe: “Durante muchos años los sacerdotes nos mantuvieron alejados de conocer la verdad del Sagrado Corán y la grandeza de su portador, Muhammad (BPD). No obstante, mientras más recorremos por el sendero de la ciencia y sabiduría, más se corren las cortinas de la ignorancia y fanatismo mal fundados. Y muy pronto, este Libro indescriptible (El Corán) atraerá la atención de todo el mundo e influirá profundamente en la ciencia y sabiduría del hombre y por ende, será el eje de los pensamientos de los seres humanos“. Este mismo sabio observa: “En un principio nos rehusábamos a leerlo, empero no tardó mucho tiempo que esta obra atrajo nuestra atención dejándonos atónitos al grado que cedimos ante sus fundamentos, reglas científicas y grandeza“.

6. Will Durant el famoso historiador dice: “El Corán proporcionó entre los musulmanes respeto en sí mismos, justicia y abstinencia, que no puede ser comparado con ninguna otra religión del mundo“.

7. Joule Labum pensador y escritor francés, en la obra “Exégesis de las aleyas“, argumenta: “La ciencia y sabiduría para todos los seres del mundo fue adquirida a través de los musulmanes, y los musulmanes obtuvieron esta ciencia del Corán que es un mar de sabiduría, y luego la expandieron en todo el mundo para los hombres“.

8. El conocido orientalista Din Wert expresa lo siguiente: “Es obligatorio reconocer que las ciencias naturales, la astronomía, filosofía y matemáticas que predominaron en Europa en general, fueron unas de las bendiciones de las enseñanzas coránicas, por ello nos encontramos en deuda con los musulmanes. Tomando en cuenta lo anterior podemos decir que Europa es una ciudad islámica“.5

9. La Doctora Laura Waksia Wagliery, profesora de la Universidad Nápoles, en la obra “El Progreso veloz del Islam“ escribe: “El Libro Divino del Islam es un ejemplo de milagros… El Corán es una obra que no puede ser falsificada. El ejemplo de su método y estilo literario es inigualable, la influencia que provoca este estilo en el alma del hombre es causa de los privilegios y superioridades de este… ¿Cómo pudo Muhammad (BPD), que era un hombre iletrado,  hacer este “Libro Milagroso“?… Nosotros encontramos en este libro los tesoros de la ciencia, la excelencia de las personas más inteligentes, de los más grandes filósofos y de los hombres más fuertes de la política y el derecho.  Es por eso que no se puede dar credibilidad a que el Corán sea la obra de un hombre estudiado y sabio“. 6

1 Mayma’ul Baian,t.X, sura Al Muddazzir (74). 

2 Extraído de la introducción de la obra “Las instituciones de la cultura del Imperio Islámico“.

3 La excusa de la culpa ante Muhammad y el Corán, John Davenport, p.111 y p.91.

4 Extraído de “La excusa de la culpa ante Muhammad y el Corán“.

5 Al Muyazat al Jalidah, según el Sagrado Corán.

 6 El Corán y el último Profeta.

Filed in: Aleyas y Exégesis, Tafsir Nemuné

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