5:13 pm - sábado abril 19, 0324

Mujeres en la Historia-Mujeres antes del Ordenamiento del Sagrado Profeta-La Esposa de Abraham (Agar)

ABRAHAM, 37

Sura: 14

Revelada en: la Meca

 

Texto del Versículo:

رَّبَّنَا إِنِّي أَسْكَنتُ مِن ذُرِّيَّتِي بِوَادٍ غَيْرِ ذِي زَرْعٍ عِندَ بَيْتِكَ الْمُحَرَّمِ رَبَّنَا لِيُقِيمُواْ الصَّلاَةَ فَاجْعَلْ أَفْئِدَةً مِّنَ النَّاسِ تَهْوِي إِلَيْهِمْ وَارْزُقْهُم مِّنَ الثَّمَرَاتِ لَعَلَّهُمْ يَشْكُرُونَ

Traducción:

“¡Señor! He establecido a parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada, ¡Señor!, para que hagan la azalá. ¡Haz que los corazones de algunos hombres sean afectuosos con ellos! ¡Provéeles de frutos! Quizás, así, sean agradecidos.”

 

Tema: La Esposa de Abraham (Agar)

Palabras Clave: Abraham/ La Meca/ Agar/ Mujeres Ejemplares/ Mujeres Modelo de Rol

Fuente: Tafsir- e- Neumoneh (Ejemplar) Resumido

(Volumen: 1, Página 478- 480, Capítulo: 4, Sura: Las mujeres, Versículo: 1)

Intérprete: Makarem Shirazi, Naser

Traductor al Inglés: Mansu Aminy- Baghbadorani

Traductora al Español: Fabiana Ríos

Lugar de Publicación: Escuela Amir- al- Muminín, Qom, Irán

Soporte: WINOW- www.islamwomen.org

 

EL COMENTARIO

LA CONSTRUCTIVA PLEGARIA DEL DESTRUCTOR DE ÍDOLOS

(ABRAHAM)

VERSÍCULOS N. º 35- 41

Para continuar con la discusión acerca de los verdaderos creyentes y agradecer a los dadores, una parte de las plegarias de ABRAHAM ha sido mencionada aquí para completar la discusión:

“Y cuando Abraham dijo:»¡Señor! ¡Que esté segura esta ciudad! ¡Y evita que yo y mis hijos sirvamos a los ídolos!”

ABRAHAM sabía bien que los ídolos y la idolatría eran la causa principal de la desviación de muchos pueblos en todas las épocas.

Por lo tanto, él, que había reconstruido la KAABA, con la ayuda de su hijo Ismael, oró por una bendición sobre su obra y que su descendencia pueda ser resguardada de caer en la idolatría. Su credo estaba basado en el Monoteísmo y estaba ansioso por el futuro de su doctrina.

Había declarado con franqueza que sólo son mi pueblo los que me siguen y aceptan mi credo, la fundación de lo que es la UNIDAD DE DIOS. Y además, incluso mis hijos, si no me siguen o se vuelven en mi contra, no son míos, y Tú sabes bien cómo manejarlos ya que Tú eres el Misericordioso, el Compasivo.

Luego ABRAHAM fija su atención en su oración hacia La Meca con la KAABA en el centro, lo que supone será la ciudad capital del Monoteísmo en el mundo futuro:

“¡Señor! He establecido a parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada, ¡Señor!, para que hagan la azalá.”

El valle de La Meca está encerrado entre colinas por todos lados y no tiene llanura para el cultivo. Aquí ABRAHAM, rezó no sólo por su posteridad sino por todos los creyentes que vendrían después de él.

El suceso de ABRAHAM, dejando a su esposa e hijo en el valle sin cultivar de La Meca, de acuerdo a la Biblia y a las tradiciones islámicas, es tal como sigue:

La esposa de ABRAHAM, llamada SARAH, no tenía hijo nacido de ella hasta su avanzada edad. Pero tenía una esclava egipcia cuyo nombre era Agar. Sarah le dijo a su esposo: “Ahora que nuestro Señor me ha privado de tener hijos, podrías casarte con mi esclava, quizá ella pueda tener algunos hijos por mí.” Abraham estuvo de acuerdo con la propuesta de SARAH, por lo que dio a AGAR como concubina para él. Luego AGAR queda embarazada y dio un hijo a Abraham cuando él tenía ochenta y seis años. Sarah sintió un poco de desdén por ello y no podía evitar estar celosa, y trataba a AGAR de modo tal que no podía permanecer más en esa casa. Con la guía de Allah, ABRAHAM llevó a su concubina y a su hijo al valle de La Meca donde se llevó a cabo la fundación del primer templo. Este templo era una habitación cúbica relativamente pequeña (CAABAH), construida por Adán y Eva, que por entonces poco rastro de él quedaba. Posteriormente ABRAHAM reconstruye aquel primer templo o lo que hoy en día llamamos la primera mezquita, con la ayuda del hijo de AGAR (ISMAEL).

Cuando Abraham deja a su pobre esposa y a su bebé en ese valle encerrado y sin cultivar cerca de la primera casa de Dios en la tierra, no podía evitar derramar amargas lágrimas. El arquiprofeta de Dios dejó a su amada esposa e hijo al cuidado de su Señor y en su fervorosa plegaria cuyas palabras estaban mezcladas con lágrimas dijo:

“¡Señor! He establecido a parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada, ¡Señor!, para que hagan la azalá.”

Pronto, la solitaria mujer descubrió allí una fuente de agua cristalina y llegaron otros a vivir con ellos y el olvidado trozo de tierra sin cultivar comenzó a desarrollarse, de modo tal que luego se convirtió en La Meca, ¡que ahora es la QIBLAH de millones de musulmanes!

Luego en los siguientes versículos, Abraham da las sinceras gracias a su Señor, diciendo:

“¡Alabado sea Allah, Que, a pesar de mi vejez, me ha regalado a Ismael e Isaac! Mi Señor oye, ciertamente, a quien Le invoca.”

Porque Abraham fue padre de dos hijos a avanzada edad, algunos comentaristas dicen que tenía 99 años cuando nació Ismael y que tenía 112 cuando le fue dado Isaac. Pero de acuerdo con el testamento (Gen 16: 15), tenía 86 cuando Agar dio a luz a Ismael y 99 cuando (Gen 17) cuando Sarah, su primera esposa le dio otro hijo al que llamó Isaac.

A través del anterior grupo de versículos (n. º 3541), Abraham ha orado a su Seños, o a su Señor, y siete de sus pedidos fueron otorgados. Estos pedidos son los siguientes:

1- La seguridad de La Meca, que es la capital del Islam y el pilar del Monoteísmo.

2- Mantener la adoración de los ídolos alejada de él y de sus hijos.

3- Hacer que los corazones de algunas personas anhelen su posteridad y la de aquellos que lo siguen su credo.

4- Mantener al pueblo de La Meca con productos y frutos de modo que puedan ser agradecidos y dar las gracias.

5- La ejecución de la Plegaria Diaria que es el mejor medio de relación entre Allah y Sus siervos.

6- La aceptación de sus plegarias que consisten en mantener puro su corazón y el de todos los creyentes.

7- El perdón de Dios para sí, sus padres y su descendencia y todos los creyentes.

 

LO QUE VI EN LA MECA PARA DAR LAS GRACIAS

En el año 1970 DC, estuve en La Meca, contraté un taxi para que me lleve alrededor y me muestre lo que debía ver. Cuando pasó algún tiempo, le di algunos pistachos al conductor para que coma como refrigerio. Hasta entonces él no había probado ese tipo de fruta seca que le había dado. Me preguntó ¿qué son estas cosas con tan buen sabor? Le dije: “Las llamamos PESTEH. Es la fruta de un pequeño árbol de la familia de la cajú. Crece en mi pueblo natal que es una gran aldea de Isfahan, Irán.

Tan pronto como le expliqué esto, detuvo su automóvil en una esquina. ¡Salió y se postrernó con su rostro al piso en una humilde dación de gracias al Señor Dios! Le pregunté por qué hizo eso. En respuesta dijo:

“Cuando mi Señor me ha dado tan buen sustento, que yo desconocía cómo era producido, dónde es producido y quién es el caballero que me lo dio, ¿no debo estar agradecido por tal bondad a mi Señor, y no debo, por lo menos, decirle te lo agradezco mucho mi Señor?”

(NOTA DEL TRADUCTOR AL INGLÉS)

 

 

 

 

 

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