Sábado 19 de enero de 2013 IMAMALMAHDI.COM
Le dije: “¡Oh, hijo del Mensajero de Allah! ¿Quién es el Imam y el sucesor después de ti?” Él se levantó rápidamente y entró a la casa. Luego, salió sosteniendo en sus hombros a un niño de tres años de edad, cuyo rostro era como la luna llena, y dijo: “¡Oh, Ahmad! Si no fuese por tu honor cerca de Allah y la cercanía de Sus autoridades, no te mostraría esto: mi hijo. Él fue nombrado y apodado como el Mensajero de Allah (a). Llenará la tierra con justicia y ecuanimidad luego que haya estado llena de injusticia y opresión. ¡Oh, Ahmad, él, en esta nación, es como al- Khidhr (Elías) y Thul Qarnayn. Por Allah, se esconderá en una ocultación, durante el que nadie será salvo excepto aquél que Allah determine de entre los creyentes en su Imamato y supliquen a Allah apresurar su liberación.” Yo dije: “¿Hay alguna señal que me pueda asegurar?” El pequeño dijo: “Soy el representante de Allah en Su tierra y la venganza de Sus enemigos. ¡No busques una señal después de una prueba!”
Quedé deleitado. Al día siguiente, volví a él y dije: “¡Oh, hijo del Mensajero de Allah! Mi deleite fue tan grande por aquello con lo que me has favorecido. ¿Podrías, por favor, decirme qué norma era con al- Khidr y Thul Qarnayn?”
Me dijo: “Largo ocultamiento.”
Dije: “¡Oh, hijo del Mensajero de Allah, durará mucho su (de al- Mahdi) ocultamiento?
El Imam Hassan Al- Askari (a. s.) dijo: “Sí, por mi Señor, hasta que muchos de aquellos que creen en este tema (el ocultamiento y la reaparición), apostaten y nadie permanezca (creyendo) excepto aquellos con los que Allah ha pactado bajo nuestra guarda, fijado la fe en sus corazones y apoyado con Su misericordia. Oh, Ahmad, este es un mandamiento de Allah, un secreto de los secretos de Allah y un tema nunca antes visto de lo invisible de Allah. Toma lo que te dije y sé agradecido, estarás con nosotros en Illiyin.” [2] [3]
2. Muhammad Uthman al- Umari contó que su padre dijo: “Una vez, yo estaba con Abu Muhammad al- Hassan bin Ali (al- Askari) cuando se le preguntó por la tradición transmitida desde su padre que la tierra no quedaría sin autoridad de Allah para su pueblo hasta el Día de la Resurrección, y que aquél que muriera sin conocer al Imam de su época moriría como un no creyente. Él dijo: “Es tan cierto como que existe el día.” Alguien le preguntó: “Oh, hijo del Mensajero de Allah, entonces, ¿quién será la autoridad y el Imam después de ti?” Él contestó: “Mi hijo Muhammad es el Imam y la autoridad después de mí. Quienquiera que muera sin (re)conocerlo morirá como no creyente. Estará oculto donde los ignorantes estarán confundidos, los negadores morirán y quienes apunten un tiempo determinado [4], mentirán. Luego, reaparecerá y será como si viese banderas blancas ondeando sobre su cabeza en el monte de Kufa.” [5]
3. El Imam Hassan Al- Askari (a. s.) dijo: “Alabado sea Allah que no sacó de esta vida hasta que me hizo ver al sucesor después de mí. Es, en formas y costumbres, el más parecido al Mensajero de Allah (s.) Allah lo protegerá en su ocultamiento y lo hará reaparecer para llenar la tierra con justicia y ecuanimidad después de haber estado llena de injusticia y opresión.” [6]
4. Musa bin Ja’far al Baghdadi relactó que había oído decir al Imam Abu Muhammad al- Hassan bin Ali al- Askari (a. s.): “Como si viera que estaréis en desacuerdo con mi sucesor después de mi. Ciertamente, el que cree en los Imames después del Mensajero de Allah pero niega a mi hijo es como aquél que creen en todos los profetas y mensajeros de Allah, pero niega la Profecía del Mensajero de Allah (Muhammad) (s.), a causa de la obediencia al último de nosotros como al primero de nosotros, y aquél que niega al último de nosotros, es como el que niega al primero de nosotros. Mi hijo tendrá un ocultamiento donde la gente, excepto aquellos a los Allah preserve,
estará en dudas acerca de ello.” [7]
El Imam se Consuela a Sí Mismo. El Imam Hassan Al Askari (a. s.) percibió por detrás de lo invisible que dejaría esta vida y se reuniría con su Señor. Le dijo a su madre: “En el año doscientos sesenta tendré mucha fiebre con la que estaré afligido…”
Ella se angustió y la pena se adueñó de ella. Comenzó a llorar. El Imam Hassan Al- Askari (a. s.) la calmó diciendo: “El destino de Allah debe llevarse a cabo ¡No te preocupes!”
En el año doscientos sesenta murió como lo había predicho. [8]
Asesinar al Imam
Al- Mu’tamid, el tirano abasida, no podía soportar más al Imam Hassan Al- Askari (a. s), porque veía y oía que la gente de todos lados alababan al Imam y lo preferían por sobre todo los alawidas y abasidas. Finalmente, decidió deshacerse del Imam. Lo asesinó dándole un veneno letal. [9] El veneno se dispersó en su cuerpo y comenzó a sufrir amargos y profundos dolores, a la par que era paciente, recurriendo a Allah.
La Confusión del Gobierno
El gobierno abasida estaba muy confundido cuando el Imam Al- Askari (a.s.) se enfermó gravemente. Al- Mu’tamid ordenó a cinco de sus más confiables estadistas, de entre los que se hallaba Nahrir, que permanezcan en la casa del Imam y le informen acerca de cualquier novedad que ocurriese. También ordenó a un comité de médicos que chequeen la salud del Imam noche y
día. Después de dos días, ordenó a los médicos que no dejen solo al Imam porque su estado era muy malo. [10]
A la Mejor de las Moradas
La salud del Imam empeoró y todos los médicos desesperaban por su recuperación. La muerte comenzó a acercársele rápidamente. En los últimos momentos de su vida, el Imam Hassan Al- Askari (a. s.) mencionó a Allah, lo glorificó y Le pidió que lo llevara junto a Él. Sus labios estaban ocupando versículos del Santo Corán. Se volvió hacia la Qiblah, y no mucho después, su alma pura voló hacia los Cielos, rodeada de los ángeles del Caritativo Señor.
Fue la mayor pérdida de esa época que sufrieron los musulmanes. Perdieron a su líder, reformador e instructor, que amaba y asistía a los débiles y huérfanos.
El cuerpo del Imam fue (ritualmente) lavado, amortajado, puesto en un ataúd y cargado para ser orado por los musulmanes. Isa, hijo de al- Mutawakkil dirigió la plegaria por orden de al- Mu’tamid. Después de la plegaria, descubrió el rostro del Imam ante los hashimitas, los abasidas, los líderes del ejército, los empleados del gobierno, funcionarios, jueces y médicos y les dijo: “Este es Hassan bin Ali bin Muhammad bin ar- Redha (la paz sea con ellos). Murió de muerte natural en su lecho. Tal y tales empleados del Amirul Muminin (al- Mu’tamid) y hombres confiables. Tal y tales jueces y tal y tales médicos se hallaban con él.” Luego cubrió su santo rostro. [11] Las dolorosas nuevas se difundieron en Samarra’. Fue un gran golpe para los musulmanes que se apresuraron a la casa del Imam mientras lloraban y se lamentaban. Las oficinas gubernamentales y todos los mercados estaban cerrados. Fue como si se tratara del Día de la Resurrección en Samarra’. [12]
Samarra’ no había visto un día de escolta como ese. Mareas de seres humanos y fluyentes masas de gente de todas las clases y tendencias vinieron a escoltar el santo cuerpo de este puro Imam (a. s.) mientras mencionaban sus virtudes y favores y hablaban con gran dolor acerca de la gran pérdida con la que habían sido afligidos.
En su Última Morada
El cadáver puro fue llevado bajo un halo de takbir y tahlil [13] hacia la última morada. El Imam Hassan Al- Askari (a. s.) fue enterrado en su casa junto a la tumba de su padre, el Imam al- Hadj (a. s.).
Samarra’ tenía dos Imames de los doce Imames y líderes de los musulmanes, y se convirtió en la cabecera de los santos lugares del mundo musulmán. Recibió y aún recibe miles de visitantes de todas partes del mundo que vienen a visitar los dos sagrados santuarios del Imam al- Hadj y el Imam Al- Askari (la paz sea con ellos).
Una vez, an- Nasir Lidinillah, el califa abasida visitó los sagrados santuarios de estos dos infalibles Imames para ser bendecido y acercarse a Allah. Su visir le sugirió que debería visitar la tumba de sus padres de los reyes abasidas y él estuvo de acuerdo. Cuando llegaron allí, se encontró con las tumbas oscuras y míseras, en las que se había acumulado basura y reunido multitudes. El visir pidió al rey ocuparse y pagar por reconstruir las tumbas, pero el rey abasida dijo:
“¡Tanto! No tiene sentido.”
El visir le preguntó “¿Por qué, oh, mi Amirul Muminin?
Él le dijo: “¿Habéis visto el florecimiento de las tumbas de los puros Imames?”
El visir contestó: “Sí.”
El rey le preguntó: “¿Conocéis el secreto detrás de ello?
El visir respondió: “No”
An- Nasir Lidinillah le dijo: “Mis padres se asociaron a Satán, y estos maestros se asociaron con Allah, y todo lo que para Allah permanece, y todo lo que es para Satán perece y desaparece.” [14]
Los alawidas, los abasidas y Ja’far, los hermanos del Imam Hassan Al- Askari, se pararon junto a la tumba y las masas comenzaron a consolarlos de su dolorosa aflicción.
La Fecha de su Muerte
El Imam Hassan al- Askari (a. s.) partió de este mundo hacia un mundo mejor el 8 de Rabil’ul Awwal [15] en el año 260 D. H. [16] cuando tenía 28 años de edad y se hallaba aún en la flor de su juventud.
Referencias
[1] Kifayat al-Athar.
[2] Illiyin es la más elevada posición en el paraíso.
[3] Ikmaluddeen por el Sheij as-Saduq, p.216-217.
[4] Aquellos que predicen ciertas fechas para la reapariciópn del esperado Imam (a. s.).
[5] Kifayat al-Athar.
[6] Kifayat al-Athar, Ikmaluddeen, p.228.
[7] Kifayat al-Athar.
[8] Muhaj ad-Da’awat, p.274.
[9] Al-Irshad, p.383.
[10] Al-Irshad, p.383.
[11] Al-Irshad, p.383.
[12] Al-Irshad, p.383, Enciclopedia de al-Bustani, vol.7 p.45.
[13] Takbir es el decir: “Allahu Akbar-Allah es el más grande” and tahlil es el decir “la illaha illallah- no hay más dios que Allah”.
[14] Kashf al-Ghummah.
[15] Tareekh Baghdad, vol.7 p.366.
[16] Mir’at al-Jinan, vol.2 p.462, Tarikh al-Khamis, vol.2 p.343, Tarikh ibn al-Wardi, vol.1 p.325.
[17] Jami’ al-Akhbar, p.42, Akhbar ad-Duwal, p.117, al-Irshad, p.389.
Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:
