En el Nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo
En el libro Makatibul Ajlaq se han transmitido y explicado una serie de dichos y tradiciones del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) y sus doce sucesores (Imames) respecto a la conducta con los animales y el lugar que estos tienen en el Islam.
A modo de ejemplo: el Profeta Muhammad consideraba que tener un gato en la casa era misericordia y atraía bendiciones.
El Imam Sadiq (la paz sea con él), el sexto sucesor del Profeta, decía:
الإمامُ الصّادقُ عليه السلام : إنّ امرأة عُذِّبَتْ في هِرّهٍ رَبَطتْها حتّى ماتَتْ عَطَشا . [ مكارم الأخلاق : 1/280/864 . ]
“Una mujer fue castigada por mantener a un gato amarrado hasta que murió sediento”.
También el Imam Kadhim (la paz sea con él), el séptimo Imam, dijo: “Cuidar a un gato enriquece tu hogar”.
Sheij Tusi, en su lilbro Tahdhibul ahkam, tomo I, p. 226, hadiz 35 transmite del Imam Sadiq (la paz sea con él): “Se puede hace la ablución para rezar con el agua sobrante de un recipiente donde haya bebido un gato y este es considerado miembro de la casa”.
Desde el punto de vista de la convivencia con los animales y los actos espirituales cotidianos.
Los musulmanes realizan cinco oraciones diarias y estas tienen que ser realizadas cumpliendo ciertas condiciones en tiempo y forma para su validez. Una de las condiciones es la realización de una ablución, y tener el cuerpo y la ropa libre de las impurezas consideradas por el Islam, por ejemplo, la orina, sangre, el perro, el cerdo, el alcohol, el esperma y otros. Además de la condición de pureza de la ropa, no se puede rezar con ropa de piel o pelo de animal cuya carne es ilícita consumir.
Por eso, respecto a tener gatos en la casa el Aiatullah Jameneí, uno de los sabios jurisconsultos dice: “Tener gatos en la casa, en sí mismo, no tiene ningún inconveniente desde el punto de vista de la sharía y no vemos en ni ninguna parte en el Islam que esté prohibido tener gatos o que tenga alguna aversión. Incluso, respecto a la protección que los seres humanos deben tener con el gato tenemos palabras del profeta y su familia inmaculada que el Imam ‘Ali (la paz sea con él) dio: “Un día, el Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia) estaba realizando la ablución cuando vino un gato y se refugió en él. Él entendió que ese gato estaba sediento, entonces le acercó el recipiente que estaba utilizando para realizar la ablución para que beba. Luego, el Profeta, hizo la ablución con el agua remanente de ese recipiente.
Aiatolá Jameneí continuó diciendo: “No hay problemas en tener un gato, si no ocasiona daño a la oración o a los medios de adoración, pero hay que tener en cuenta que el gato es un animal cuya carne es ilícita y se debe limpiar su orina y defecación”.
Por último, continuó: “La prioridad es tener la compañía con los amigos, familia, hermanas, hermanos, padre, madre, esposa, hijos y demás familiares, pero además de la protección a ellos, se puede experimentar la compañía y cuidado de los animales”.
Al Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) le gustaba mucho los animales y recomendó que se los quiera y no se los moleste. Uno de los animales que le gustaba era una gata llamada Mu’izzah. La historia más conocida al respecto es esta que una vez, cuando escuchó el llamado a la oración, Mu’izzah estaba dormida sobre la manga de una túnica del profeta. Él no la despertó, sino que separó la manga y tomó el resto de la túnica para que la gata siga durmiendo. Y también, es uno de los animales que el profeta permitió tenerlo en la casa.
Otra historia de esta gata es que un día, el profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) quiso hacerse la ablución y Mu’izzah bebió del agua que era para la ablución. El profeta hizo la ablución con esa misma agua y sus auxiliares le dijeron: ¿Por qué ha realizado la ablución con el agua del que ha bebido la gata, esa agua está impura?
El Profeta le respondió: “La boca más pura de todos los animales es la boca del gato”. Es de notar, que la saliva del gato tiene la particularidad de ser purificadora.[1]
Dijo el profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia):
رأيتُ في النّارِ صاحِبةَ الهِرّةِ تَنْهَشُها مُقْبِلَةً و مُدْبِرَةً ، كانتْ أوثَقَتْها فلَم تكُنْ تُطعِمُها و لَم تُرْسِلْها تأكُلُ مِن خِشاشِ الأرضِ .[مستدرك الوسائل : 8/302/9502]
“Vi en el infierno a una mujer cuyo gato la mordía por todos lados, la razón fue que [en este mundo] había atado a ese animal y no lo alimentó ni lo dejó libre para cazar un animal por sí mismo”.[2]
También dijo el Profeta:
“El animal tiene seis derechos ante su dueño: Cada vez que lo pise, debe darle hierba, cada vez que pase por donde hay agua, debe darle agua, no debe pegarle injustamente, no lo debe cargar más de lo que pueda soportar, no deberá hacerlo recorrer más allá de su capacidad, y no debe subirse arriba durante mucho tiempo”.[3]
الإمامُ الصّادقُ عليه السلام : أقذَرُ الذُّنوبِ ثلاثةٌ : قَتلُ البَهيمةِ ، و حَبسُ مَهرِ المرأةِ ، و مَنعُ الأجيرِ أجرَهُ .[مكارم الأخلاق : 1/506/1752]
امام صادق عليه السلام : كثيف ترين گناهان سه گناه است: كشتن حيوان بى زبان، ندادن مهريه زن، و نپرداختن مزد كارگر .
Dijo el Imam Sadiq (la paz sea con él): “Los pecados más aborrecibles son tres: matar a un animal, no darle la dote a la mujer y no pagar al trabajador”.[4]
El Profeta y el gato hambriento
Un lindo gato del color de la tierra olfateaba en el patio. Era un gato muy hambriento y quería de cualquier forma comer una comida rica y terminar con su hambre. Sus vista cayó en un recipiente que se encontraba en un rincón del patio. El Profeta (la paz sea con él y su descendencia) puso un poco de comida en este para que el gato coma.
Se acercó, miró adentro, había un pedazo de carne y hueso. El borde del recipiente era un poco alto y el pequeño gato no podía alcanzar la comida fácilmente. El Profeta estaba dentro de la casa y vio al gato. Salió y se dirigió hacia él. Inclinó bondadosamente el recipiente, los ojos del gato se iluminaron y puso su boca adentro y comió la comida hasta terminarla.[5]
[1] Basado en un artículo de: https://virgool.io/@m_62094166/%D8%A7%D8%B4%D8%A7%D8%B1%D9%87-%D8%AD%D8%B6%D8%B1%D8%AA-%D9%85%D8%AD%D9%85%D8%AF-%D8%B5-%D8%A8%D9%87-%D9%86%DA%A9%D8%AA%D9%87-%D8%B9%D9%84%D9%85%DB%8C-%D8%AF%D8%B1-%D8%B1%D8%A7%D8%A8%D8%B7%D9%87-%D8%A8%D8%A7-%DA%AF%D8%B1%D8%A8%D9%87-%D9%87
Basado en las narraciones recopiladas por Hossein Muhaddes Nouri , transmisor de hadices, shia, (1234-132 d. H. lunar)
[2] Mustadrak al uasail, 8/302/9502. Extraído de yektanet.com
[3] Al Ya’fariat, 85, Mustadrak al Uasail: 9393/258/8
[4] Makarimul ajlaq 1/506/175.
[5] Sunane nabi sallah Allahu ua alih, p. 243, hadiz 221. Extraído de: https://mag.noorgram.ir/1400/11/01/%D9%85%D8%AC%D9%85%D9%88%D8%B9%D9%87-%D8%A7%D8%AD%D8%A7%D8%AF%DB%8C%D8%AB-%D8%AF%D8%B1-%D9%85%D9%88%D8%B1%D8%AF-
Imam Muhammad Baqir (la paz sea con él) dijo: “Es bueno mantener a los animales en la casa, por ejemplo, palomas, pollos, cabra, para que los genios jueguen con ellos y no jueguen con vuestros hijos”.
En otro hadiz confiable, encontramos: “Una persona se le quejó al profeta Muhammad de su soledad. El Profeta (la paz sea con él) le dijo: “Cuida a una pareja de palomas”.
En un hadiz confiable encontramos que transmitió el Imam Sadiq (la paz sea con él): “Las palomas son las aves de los profetas”.
En otro hadiz encontramos que dice: “Toda casa en la que exista en ella palomas, no padecerá la desgracia de los genios sobre los miembros de esa casa; porque los genios juegan en las casas que hay palomas y se entretienen con ella y no molestan a las personas.
También el Islam tiene dichos del Profeta Moisés de quien se transmite: “Cada vez que la paloma aletea, es motivo de enojo y molestia del Satanás”.
En otro dicho de David Ibn Farqad se transmite: “¿Sabes qué dice esta paloma? Dije: no. Dijo: “Maldice a los que mataron al Imam Husain (nieto del Profeta, la paz sea con él), entonces, cuídale en tu casa”.
En otras narraciones encontramos: “Las palomas domésticas o salvajes, todas adoran mucho a Dios y aman a la familia del Profeta y suplican por el dueño de la casa: “Dios, otórgales bendiciones”:
Y existen muchos hadices similares respecto a las palomas.
También tener gallo en la casa es muy recomendado. Se transmite del Imam Kadhim (la paz sea con él):
“En el gallo se encuentran cinco características de los profetas: generosidad, valentía, conocen los horarios de las oraciones diarias, tienen muchas relaciones sexuales y son mucho celo”.
Se transmite del Imam Ali (la paz sea con él): El cacareo del gallo es su oración, y su aleteo son las genuflexiones y prosternaciones de la oración”.
Se transmite del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia): “No insultes al gallo que levanta a la gente para que ore”.[1]
A modo de conclusión, podemos decir que en el Islam todos los animales son criaturas de Dios que merecen ser bien tratadas y alimentadas. Algunos de ellos son considerados que atraen bendiciones y suplican por quienes los cuidan y otros no son considerados malditos o que traen desgracias, sino que, como hemos visto, al ser impuros, se trata de evitar el contacto con ellos para no impurificar el cuerpo y ropa de la persona, pues deben estar puros para realizar las oraciones diarias. Por la misma razón, los ángeles no entrarían a esas casas. Por eso, si los musulmanes evitan tener perros en sus casas es por este motivo.
De todos modos, en la jurisprudencia hay un capítulo especial para los perros de caza que, si bien son considerados impuros, su función como guardianes de las casas y para los cultivos es importante y mejor que otros animales. Por eso, en la jurisprudencia, a pesar de que está prohibida las transacciones de cosas impuras, si estas tienen un uso útil para el ser humano se permite. Por ejemplo, la sangre, el perro de caza, como son útiles, está permitida su compraventa.
Por todo lo anterior es que los musulmanes prefieren tener en sus casas los animales que atraen las bendiciones divinas, siguiendo la tradición profética, como lo son las palomas y gallos. Estos no son los únicos, en la bibliografía islámica se mencionan muchos otros animales que también tienen sus efectos espirituales o enseñanzas, por ejemplo, el cuervo que está mencionado en el Corán, pues enseñó a Caín a enterrar a su hermano.
“Su alma le fue haciendo aceptable la idea de matar a su hermano y le mató, convirtiéndose con ello en uno de los perdedores. Entonces, Dios envió un cuervo que escarbó en la tierra para hacerle ver cómo sepultar el cadáver de su hermano. Dijo: «¡Ay de mí! ¿Es que soy incapaz de hacer como este cuervo?»[2] Y enterró el cadáver de su hermano y fue de los que se arrepienten. (Corán, 5:30-31)
Aquí vemos que Caín no sabía qué hacer con el cadáver de su hermano. Dios le envió un cuervo que mató a otro y, de manera instintiva, cavó un hueco y enterró su cadáver, enseñando así a Caín lo que debía hacer con su hermano muerto y mostrándole al mismo tiempo su ignorancia e indefensión, propiciando con ello su arrepentimiento. (Cfr. Nemuné, t. IV, p. 352, extraído de El Corán traducido por Raúl González Bornez).
No es nuestra intención abarcar todos los animales que el Corán y la tradición islámica mencionan que tienen alguna característica especial o un rol especial, solo hemos mencionado algunos a modo de ejemplo.
[1] Allamah, Maylesi; Hellíatul Muttaqín. Extraído de: https://majlesi.net/%DA%A9%D9%84%D8%A7%D9%85-%D9%86%D8%A7%D8%A8
TRADUCCIÓN: UMMA