Los Principios de la Espiritualidad en la Familia

Por el Ayatolá Hussein Ansaryan

“Ayudaos unos a otros a practicar la piedad y el temor de Allah, no el pecado y la violación de la ley ¡Y temed a Allah!” (Santo Corán; Al- Maîdah 5:2)

Bendiciones Espirituales

Muchas bendiciones han sido concedidas al hombre por Dios para vivir una vida pura y sólo Dios conoce el valor de estas bendiciones. Algunas de estas bendiciones otorgadas son la inteligencia, el Corán, la Profecía, el Imamato, los eruditos religiosos y la literatura acerca de los temas prácticos, morales y religiosos. Hablaremos brevemente acerca del significado de cada una de estas bendiciones para la información de quien esto lee.

La Inteligencia

Inteligencia significa el poder de entender, de distinguir teóricamente entre el bien y el mal y entender de forma práctica la diferencia entre lo bueno y lo malo, el beneficio y la pérdida.

Esta singular bendición está dotada con los sentidos externos, a través de los cuales podemos reconocer la apariencia de las cosas. También está provista de sentidos espirituales con los que reconoce los asuntos espirituales tales como la voluntad, el amor, el odio, la esperanza y el temor. Y los usa en consecuencia. En materias teóricas, la inteligencia toma decisiones prácticas. Las iluminadas actividades del intelecto continúan siendo la fuerza sobresaliente del hombre; estando las demás fuerzas sometidas a él. No obstante, si otra fuerza dentro del hombre subyuga al intelecto, este se debilita y el hombre se desviará del camino correcto, yendo hacia el otro extremo. Esta desviación hacia cualquiera de los extremos es nuestra vida es el resultado de la lujuria, la ira o la codicia abrumando la inteligencia. Permitirse soltar los instintos y seguir la lujuria, reuniéndose con los demás pecados y dejar de lado la realidad son todos factores que debilitan e incapacitan la fuerza celestial y la luz angélica de la inteligencia. Una vez que el intelecto es incapacitado, es muy difícil o imposible distinguir entre el bien y el mal y reconocer las realidades espirituales. El hombre, por lo tanto, merece perderse en este mundo y sufrir la retribución en el Más Allá, incluso si malamente adquiere propiedades financieras o permanece seguro de las aparentes derrotas. [Tomado de un artículo de Al- Mizan, Vol. 2, pp. 447- 450]

Los conductores del Infierno dicen a los que allí se hallan: “¿No les fue enviado un Profeta para informarles acerca de vuestra actual situación? Los habitantes del Infierno dirán: “Sí, pero lo negamos junto a las leyes de Dios.” Luego le dirán a los conductores del Infierno: “Si  hubiésemos oído el llamado de Dios en el mundo y la invitación del Profeta (PB) y hubiésemos pensado acerca de lo que estábamos haciendo en nuestra vida diaria, entonces no nos hallaríamos en el Infierno.” Es imposible pensar si no existe otro poder en el primer lugar de la persona. Si la lujuria y la satisfacción de la lujuria hacen todo el razonamiento, la inteligencia no tendrá el poder de guiar al hombre. Se le preguntó a Hazrat Sadiq: “¿Qué es la inteligencia?” Él respondió: “¡Es algo con lo que Dios es adorado y por lo que se logra el Cielo!” [Bihar al- Anwar, Vol. 1, p 131]

Se preguntó qué poseía Muawiyah. Él dijo que tenía astucia, crueldad y algo que asemejaba a la inteligencia pero no lo era. ¿Qué grandes bendiciones son otorgadas al verdadero siervo de Dios y lo hacen adquirir el Cielo? El Emir al- Muminin Ali (P) dijo: “La voluntad y la elevada ambición de la inteligencia se manifiestan por sí mismas en el hombre a través del abandono de los pecados y la reforma de los errores aparentes y ocultos.” [MIzan al- Hikmat, Vol. 6, p. 419]

El entendimiento de estas bendiciones es tan grande que Ali (P) dijo: “Si Dios Todopoderoso no nos hubiese prohibido cometer actos ilícitos, la inteligencia nos hubiera prohibido de ellos.” [Ibíd.]

La opinión del Imam Ali (P) es que esta facultad espiritual, la inteligencia, posee grandes poderes de entendimiento. En el noble libro titulado Ghorar al- Hikam, el Comandante de los Creyentes ha sido citado al decir lo siguiente acerca de la inteligencia: “La persona inteligente es aquella que puede vencer su lujuria; no cambia el Más Allá por este mundo; rebelarse en contra de sus deseos carnales; obedece a su Señor y tiene el dominio de sí mismo en momentos de ira. La ética de los inteligentes es tener poca lujuria y poca ignorancia.” [Ghorar al- Hikam, Capítulo acerca de la inteligencia]

El Profeta (PB) dijo: “Todo bien es obtenido por el intelecto y el que carece de inteligencia, carece de religión. [Bihar al- Anwar, Vol. 77, p. 158]

En muchas tradiciones importantes podemos leer que la prosperidad o castigo en el Más Allá dependen de la inteligencia ya que el intelecto es la medida de la responsabilidad y los deberes. Es responsabilidad del hombre usar su inteligencia para enfrentar la realidad y reconocer la diferencia entre el bien y el mal, la verdad y la mentira. Es un pecado imperdonable no usar la inteligencia. Como la inteligencia es la luz de la verdad, un divino profeta interior y el elemento esencial para distinguir la verdad de la mentira, el bien del mal, es responsabilidad del encargado de la casa el proteger la inteligencia de la influencia de la lujuria, los deseos, los instintos y la corrupción. Se debe usar la inteligencia y permitir que su intelecto o el de su familia se vuelvan esclavo de los deseos carnales y la lujuria excesiva, ya la pérdida de control del intelecto hará descender al hombre de su rango humano al de un animal.

Por lo tanto no debéis asociaros con corruptos, sino más bien con los nobles principios del Islam.

El Profeta (PB) dijo: “Los discípulos preguntaron a Jesús con quién tenían que asociarse. Jesús les respondió: ‘Aquellos con cuyos encuentros os recuerden a Dios, cuyo discurso os traigan conocimientos y cuyas acciones os atraigan al más Allá.’” [Bihar al- Anwar, Vol. 77, p. 147]

El cuarto Imam dijo: “Asociarse con los bienhechores atrae al hombre hacia los buenos actos.” [Bihar al- Anwar, Vol. 78, p. 141]

El Profeta dijo: “Asociaos con los hombres creíbles, sabios, que os guiarán desde los cinco estados a los otros cinco estados: 1) de la duda a la certidumbre; 2) de la hipocresía a la sinceridad; 3) de la indebida excitación al temor; 4) de la arrogancia a la humildad; 5) de la malicia a la benevolencia.” [Bihar al- Anwar, Vol. 74, p. 189]

El Comandante de los Creyentes dijo: “Las reuniones con los malhechores no están a salvo de las catástrofes.” [Mizan al- Hikmat, Vol. 2, p. 63]

El Profeta (PB) dijo: “Evitad asociaron con los muertos.” Le preguntaron quiénes eran los muertos. Él respondió: “Cualquier persona rica cuya riqueza le ha hecho rebelarse.” [Ibíd.]

El Imam Ali (P) dijo: “Evitad a los malhechores y asociaros con las buenas personas.” [Ibíd.]

“Preservaos a vosotros y a la familia de la lujuria y la asociación con los malhechores si deseáis que vuestro intelecto os gobierne.” Dos de los males difundidos en la actualidad son las películas y los vídeos de los canales satelitales. Observar tales programas corromperá el intelecto, destruirán la moral y aniquilarán la humanidad.

El Santo Corán

El Corán es un libro divino, es la luz guía y la cura de los males morales para el alma, una guía hacia una vida mejor, una recordación de Dios y un intérprete de las realidades y organizador de temas. Es una fuente de guía y productor de conocimiento y sabiduría, una cura para la dureza de corazón, el camino recto, el criterio para diferenciar la verdad de la mentira, la afirmación de elevados asuntos morales y la manifestación de la vida de los buenos y puros y la palabra final de Dios en este mundo y el Más Allá. Tanto hombres como mujeres son igualmente responsables y están del mismo modo obligados para con esta singular bendición divina. Esta obligación es aprender el Corán y actuar en consecuencia en todas las facetas de la vida.

La indiferencia hacia el libro de Dios es un gran pecado. El Corán es la carta de Dios para sus siervos: Los siervos están obligados a responder esta carta siendo adornados por la creencia correcta en sus corazones, representar sus valores morales a través de sus almas y convertirlos en buenas acciones a través de sus cuerpos. El profeta (PB) dijo: Buscad refugio en el Corán cuando los vicios so atacan como la oscuridad de la noche. Y repeled el ataque poniendo en práctica las órdenes del Corán en vuestras vidas y no permitáis que vuestras vidas se oscurezcan con el gobierno de la malicia. El Corán es una mediación aceptada en el portal de Dios y cuyo reclamo también es aceptado. Quienquiera que permite que el Corán lo guíe, obtendrá el Cielo a través de sus bendiciones. Y quienquiera sea indiferente al libro de Dios, se encamina al Infierno. El Corán es la razón y la guía hacia el mejor camino. [Bihar al- Anwar, Vol. 92, p. 17]

El Comandante de los Creyentes dijo: “El Corán es la mejor recordación, coraje e iluminación con que contamos. [Mizan al- Hikmat, Vol. 8, p. 67- 69]

El Imam Sadiq dijo: “Aquél que no reconoce la verdad del Santo Corán, no evita la sedición.” [Ibíd.]

Ali (P) dijo: “De hecho, el libro del Glorioso Dios Todopoderoso contiene las mejores historias, con el discurso más fluido y las más beneficiosas admoniciones.” [Ibíd.]

“De hecho, el remedio para los peores malos que son la incredulidad, la hipocresía y la desviación se halla en el Corán.” [Nahj ul- Balaghah, sermón 176]

El Profeta (PB) dijo: “El Corán es la riqueza y no hay riqueza más que ésa y no hay pobreza después de él.” [Bihar al- Anwar, Vol. 92, p. 19]

El Imam Sadiq dijo: “Un creyente merece no morir hasta que aprenda el Corán y lo enseñe. [Bihar al- Anwar, vol. 92, p. 189]

El Profeta (PB) dijo: “El mejor de ustedes es el que aprende el Corán y lo enseña. De esta forma, considerando muy importante estas tradiciones, se puede ver más claramente la pesada responsabilidad del jefe de hogar. Debe aprender el Corán y proveer de los medios a los miembros de su familia para aprenderlo. De modo que todos ellos puedan actuar en consecuencia. Su atmósfera de vida será limpia de impurezas y será adornada con buenas acciones y caracteres. Y el hogar y la familia serán una muestra del Cielo. Será un hogar en el que no habrá opresión o animosidad; está lleno de piedad y pureza; una atmósfera de seguridad y confort, verdad y honestidad, rectitud y confianza. Un hogar cuyos miembros son seguidores del Corán obtendrá desarrollo mental e intelectual de las bendiciones del Corán. Un intelecto que sigue al Corán es un intelecto angélico; es el ingrediente esencial para el Cielo y la Vida Posterior, y su beneficio es la adoración de Dios y el logro de Cielo eterno.

 

La Profecía

Los Profetas son guías para los hombres hacia el camino recto, invitan a la unidad de Dios y la expresión de realidades físicas y espirituales. Nos invitan a la adoración de Dios y nos advierten para no adorar lo impío. Muestras a los hombres el modo de vivir una buena vida, para ser adornados con la virtud y para ser limpios de la iniquidad. La invitación de los Profetas consiste en invitarnos a Dios. Aceptar su invitación resultará el revivir de la vida espiritual.

En cuanto a la Profecía del honorable Profeta, Ali (P) ha dicho: “Vino a guiar a los siervos de Dios. A alejarlos de la adoración de los ídolos para que adoren a Dios, y para alejarlos de la obediencia a Satán para que obedezcan a Dios.” [Nahj ul- Balaghah, Sermón 147]

El Profeta (PB) fue designado para recitar los versos de Dios para el desarrollo del pueblo, para purificar sus almas de las impurezas y p ara enseñar el Corán y la sabiduría.

Se levantó para sacar al pueblo de la oscuridad y para ayudarlos a ingresar a una región de luz. Vino a la arena de la vida para ordenarnos buenas acciones. Para advertirnos en contra de los actos malvados; para permitirnos realizar actos lícitos y puros; para prohibirnos la maldad y para alivianarnos la carga de culturas impuestas; para abrir los lazos satánicos. Aquellos que creen en él, lo respetan y honran, lo ayudan y obedecen Su Corán prosperarán. [Un resumen de versículos acerca de la Profecía en el Santo Corán.]

Los Profetas vinieron para traer la palabra final de Dios, de modo que mañana, en el Día del Juicio, los desviados no puedan decir que de haber tenido un Profeta, no se habrían desviado. Dios Misericordioso ha hecho que los actos, las afirmaciones y la moralidad de los Profetas sean necesarios para todos los pueblos. Y ha hecho de los Profetas un modelo a seguir. De entre los comportamientos de los Profetas podemos mencionar el uso de los perfumes, tener un rostro feliz, la pureza, simpatía con las mujeres, el establecer las oraciones, el levantarse por los derechos de los creyentes, la amabilidad y la generosidad. Los Profetas han invitado a las personas a la piedad, a la pureza, a la confiabilidad, la honestidad, la valentía, la lealtad, la rectitud, la verdad, la amabilidad, la misericordia y las buenas acciones; y han advertido en contra la comisión de malas acciones y acerca de tener un mal carácter. En el Más Allá, son el criterio para la acción. La condición de las personas será medida en base a su condición. Si existe suficiente coordinación entre ellos y los Profetas, serán salvos, los demás merecen castigo.

 

Liderazgo

Para completar Sus bendiciones y perfeccionar Su religión, Dios ha designado al Comandante de los Creyentes y a los doce Imames que lo siguieron en su puesto. Esto fue hecho de modo tal que la gente permaneciera en el Camino Recto de su Profeta al seguir al Corán y a los miembros de la Casa del Profeta y jamás encarasen la desviación. Aunque los nobles Imames mismos sufrieron el gobierno impío y al pueblo descarriado, jamás se detuvieron en expresar lo que es correcto, ordenando a la gente hacer buenas acciones, advirtiéndoles en contra de las iniquidades y orando por lo estaba divinamente guiado para ayudar al desarrollo espiritual del hombre. Transmitieron totalmente la religión de Dios al pueblo a través de sus acciones, conductas  dichos y martirios. El Día del Juicio los Imames también será el criterio, del mismo modo que lo serán los Profetas. Si las vidas de las personas están en concordancia con la de ellos, serán salvos, de otro modo serán condenados con el castigo divino.

Los Ulemas (Eruditos Religiosos)

Los Profetas y los Imames son la autoridad de Allah para el pueblo. Del mismo modo lo son los juristas, los expertos del divino conocimiento y aquellos familiarizados con las tradiciones y el Santo Corán. Es responsabilidad de las personas seguir a estos estudiosos religiosos después de los Profetas y los Imames. Tal obediencia es como seguir a los Imames y a los Profetas y son un motivo de prosperidad. El jefe del hogar debe dedicar tiempo para que su familia conozca el Corán, la Profecía, el liderazgo y siga a los juristas. Ya que esta súplica teórica y práctica debe hacer el bien en este mundo y en el Más Allá. Ignorar la inteligencia y apartarse del Corán, desconocer la Profecía, el liderazgo y a los eruditos es malo. La familia debe ayudar al padre a este respecto, debe agradecerle por su beneficioso programa y estar razonablemente habituada a los hechos divinos.

Si el jefe de familia no es fuerte en estas áreas, entonces, los miembros de la familia deben alentarlo a que lo sea. Deben pedirle que otorgue los medios necesarios para lograrlo. Si no está de acuerdo, deben desobedecerlo de una manera educada y deben intentar por sí mismos aprender el Corán, acerca del Profeta, los Inmaculados Imames y los estudiosos religiosos de modo que puedan prosperar. El jefe de familia debe llenar la atmósfera de la casa con la recitación del Corán, oraciones, súplicas y la recordación de Dios. De esta forma, puede combinar este modo con el Más Allá y creará un final bendito para todos los miembros de la familia.

Oraciones

No es obligatorio para el jefe de familia sólo decir sus oraciones. También es responsable de dirigir amablemente a los miembros de su familia aconsejándolos y alentándolos. Mandar a rezar a la gente y ser constante en ello. “No te pedimos sustento. Somos Nosotros Quienes te sustentamos. El buen fin está destinado a los que temen a Allah.” [Santo Corán, Ta’ha 20: 132]

Leemos en el Corán que uno de los atributos de Abraham era que invitaba a su esposa y a sus hijos a orar.

“Nosotros heredaremos la tierra y a sus habitantes. Y a nosotros nos serán devueltos.” [Santo Corán, Maryam, 19: 40]

Y también leemos en el Corán que Abraham solicitó a Dios que él y su descendencia establezcan la oración hasta el Día del Juicio.

“¡Señor! ¡Haz que haga la azalá y también mi descendencia, Señor, y también acepta mi invocación!” [Santo Corán, Abraham, 14: 40]

En muchas tradiciones, el Profeta (PB) ha convocado a orar a la luz de sus ojos [Bihar al- Anwar, Vol. 77, p. 77]

En Sexto Imam afirmó: “Sólo la oración se compara a la sabiduría.” [Bihar al- Anwar, Vol. 69, p. 206]

El Imam Ali dijo: “Os enseño a decir vuestras oraciones que es el mejor acto y el pilar de la religión.” [Bihar al- Anwar, Vol. 72, p. 209]

El Glorioso Corán reconoce que la oración es lo que aleja del hombre al mal exterior e interiormente.

“La azalá prohíbe la deshonestidad y lo reprobable.” Santo Corán, Ankabut, 29: 45]

Hazrat baqir dice: El primer tema de una persona que será juzgada en el Día del Juicio es la oración. Si sus oraciones son aceptadas, el resto de sus acciones serán aceptadas. La negligencia en las oraciones o el renunciar a llevar a cabo esta gran adoración será causa de pérdida de la posibilidad de la mediación del Profeta (PB) en nuestro nombre. También será causa de quiebra en el Más Allá, perder la posibilidad de beneficiarse de la Misericordia de Dios y que jamás se le permita entrar al Cielo. [Bihar al- Anwar, Col. 83, p. 9- 19]

“Dirán: No éramos de los que orábamos.” (Santo Corán, Muddaththir, 74: 43]

No olvidéis vuestras plegarias y las de los miembros de vuestra familia, de modo que el Día del Juicio no tengáis que responder por las quejas en vuestra contra hechas por vuestra familia. Pueden decirle a Dios que si hubieran sido llamados a orar, hubieran aceptado. El hecho que nuestro historial se halle vacío de oraciones es, en un principio, una falta de nuestro esposo o nuestro padre, luego es nuestra propia falta. Como él era indiferente hacia nosotros, descuidamos nuestras oraciones ¡Oh, Dios! Por favor vénganos, maldícelo y hazle sufrir el doble de nuestras torturas. Los niños son perfectos imitadores. Imitan los estados, las acciones y el comportamiento de los adultos. Si oramos, oran. Si ayunamos, ayunan. Si recitamos el Corán y somos agradables, amables y educados, ellos nos seguirán en esos aspectos y, luego de un tiempo, se acostumbrarán a serlo. Se ha afirmado en una tradición muy importante que Jesús pasaba junto a una tumba en la que la persona enterrada en ella estaba siendo torturada. Al año siguiente pasó junto a la misma tumba y notó que la persona ya no era torturada, de modo que le preguntó a Dios el motivo. Tuvo una revelación en la que el hombre tenía un buen hijo que había reconstruido un camino y había dado refugio a un huérfano. Por los buenos actos de su descendencia, Lo perdonamos. [Vasa’il, Al- i- Bayt Press, Vol. 16, p. 338]

Criar Buenos hijos que son religiosos y realizan buenas acciones es bueno para este mundo y para el Más Allá. Intentemos obtener beneficios de este hecho.

 

Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:

http://www.imamreza.net/eng/imamreza.php?id=10620

 

Filed in: Familia, Moral y Familia

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