Conducta del Imam Ali (AS) con Ibn Mulyam

  • La conducta del Imam Ali (a.s) con Ibn Mulyam en distintas oportunidades llama a la reflexión y deja asombrada a toda persona,  por su grandeza espiritual.
    Aunque el Imam no tenía ninguna duda de que «Ibn Mulyam» lo asesinaría,  nunca tomó medidas preventivas.
    Los narradores han transmitido que Ibn Mulyam acudió al Imam para jurarle lealtad, el Imam lo rechazó dos o tres veces, pero finalmente le prometió lealtad. 
  • El Imam le hizo prometer que 1- no engañará. 2-No hará trampa 3- no romperá su lealtad.
    Ibn Mulyam le dijo al Imam: «No te vi hacer esto con nadie más que conmigo».
    El Imam le dio la espalda y no respondió.  Se volvió hacia «Ghazvan» y dijo:
    «Llévalo y hazlo subir al transporte amarillo».»
     Luego el Imam recitó este poema:
    «Yo le deseo la vida mientras que él desea mi muerte. Su excusa para ser mi amigo es matarme». [1].
    Luego el Imam se volvió hacia los presentes y dijo:
    «Juro por Dios, no lo veo fiel a sus palabras» [2].

    Un día, el Imam estaba dando un discurso y este malvado estaba sentado junto al púlpito del Imam, mientras lo amenazaba  y decía:
    ¡Juro por Dios!  ¡Liberaré a esta gente de ti!
    Algunos de los presentes lo escucharon y lo arrestaron y lo llevaron ante el Imam y le informaron de sus palabras.  El Imam ordenó su liberación y dijo: «Aún no me ha matado» [3].
    Cuando Ibn Mulyam entró en Kufa para llevar a cabo su misión, vio a algunos de sus compañeros de la tribu de «Tim Rabab» que tenían una niña llamada «Qattam» que pertenecía a esa tribu y cuyo padre y hermano habían muerto en la batalla de Nahrwan.  Cuando Ibn Mulyam la vio, se enamoró de ella y le propuso matrimonio.  Ella también le dio una respuesta positiva e hizo que la condición de su matrimonio fuera de tres mil dirhams, un esclavo y una esclava,  y el asesinato del Imam Ali (a.s).
    Ibn Mulyam dijo que lo que pides está preparado, pero ¿Cómo es posible matar a Ali?
    Ella le dijo: ve en su búsqueda, lo lograrás.  Si lo matas, sanas mi corazón y vives conmigo, y si te matan, lo que está con Dios es lo mejor para ti.
    Fue aquí donde Ibn Mulyam reveló su principal intención de ir a Kufa y dijo: «No he venido a esta ciudad excepto para matar a Ali».
    Qattam le dijo: «Encontraré a alguien que le ayude en este asunto».  Mandó a buscar a «Uardan ibn Mayalid» de la tribu de Tim Rabab, le informó de su decisión y la de Ibn Mulyam, y le pidió que lo ayudara.
     Ibn Mulyam también encontró a un hombre de los jauarey (jariyitas) de la tribu de Ashya, que se llamaba Shabib bin Bahira.  Le dijo: ¿Quieres tener el honor de este mundo y del más allá?
    Él dijo: ¿Cuál es?
    Dijo: Ayúdame a matar a Ali.
    Shabib le respondió afirmativamente y fueron juntos hacia Qattam quien  estaba realizando i’tikaaf en la mezquita. Le dijeron: «Nos unimos para matar al hombre.  Qattam les agradeció por ello y los incentivó a cometer este crimen [4].
    Cuando Ibn Mulyam fue arrestado, fue llevado ante el Imam Hassan Muytaba con las manos atadas y desnudo.  El Imam Hasan (a.s) le dijo:
    «Oh Mal’un (maldito), mataste al príncipe de los creyentes y líder de los musulmanes. ¿Esta es la recompensa a quien te dio refugio y te acercó a él…?»
    Y se volvió hacia su padre y le dijo:
    «Padre querido, este es el enemigo de Dios y tu enemigo, Ibn Mulyam, quien ahora está en nuestras manos».
    El Imam abrió los ojos y dijo a Ibn Mulyam en voz baja:
    «Hiciste algo maravilloso y cometiste un gran pecado. ¿No fui yo quien fue amable contigo y prefirió ordenarte antes que a los demás? Entonces, ¿por qué me diste tal recompensa?»
    Luego, el Imam se dirigió hacia su hijo y le ordenó bondad sobre su asesino, diciendo:
    «Aliméntalo y dale agua. Si sobrevivo, tendré mi derecho de sangre. Si es mi deseo,  lo mataré, y si no quiero, lo dejaré pasar.» [5].
    Imam Hassan se sorprendió por la orden de su padre de ser amable y amable con su propio asesino y dijo:
    «Padre, este maldito te ha golpeado con la intención de matarte y nos ha entristecido y puesto en luto, pero tú nos mandas a ser amables con él».
    El Imam se dirigió al Imam Hassan (a.s) y dijo:
    «Hijo mío, somos una familia de misericordia y perdón, dale a mi asesino lo que comes y que beba lo que bebes. Si yo muero, toma represalias hasta darle la muerte. Pero no cortes su cuerpo en pedazos, pues tu abuelo del Profeta de Dios (la paz sea con él y su descendencia ) decía:
    «No corten a nadie en pedazos, incluso si es un perro que está rabioso».
    Y si sobreviví, sé qué hacer con él;  «Porque somos una familia que no les da más que perdón a nuestros pecadores y opresores».
    Traducido del persa para UMMA: Masuma Assad de Paz
     [1] Tesoro de Literatura 6: 360.  Canción 15: 228.
     [2] Al-Manaqib 3: 93.
     [3] Ali Ibn Abi Talib, el resto de la profecía y el sello del califato: 562.
     [4] لامعلام الوري: 200.
     [5] Astrología 1: 119.
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