Jueves, 21 de junio de 2012 Sayyid Muhammad Rizvi
Al considerar la incomodidad de las mujeres durante los períodos mensuales, el Islam ha prohibido a ambos, esposa y esposa, que tengan relaciones sexuales durante la menstruación.
El Corán dice: “Te preguntan acerca de la menstruación. Di: “Es un mal. ¡Manteneos, pues, aparte de las mujeres durante la menstruación y no os acerquéis a ellas hasta que se hayan purificado! Y cuando se hayan purificado, id a ellas como Allah os ha ordenado”.” (2:222)
Por supuesto que el juego con otras partes del cuerpo (distintas de la vagina y el ano) está permitido. Aunque es por precaución se mejor no jugar con las partes de su cuerpo comprendidas entre el ombligo y las rodillas.
Si un hombre que está manteniendo relaciones sexuales con su esposa descubre que comenzó su período, debe retirarse inmediatamente de ella.
Queda claro del versículo antes mencionado (hasta que se hayan purificado) que una vez que el sangrado se detuvo, la relación sexual vuelve a ser lícita aunque la mujer no haya llevado a cabo ghusl ‘l-hayz. Pero sobre la base de la siguiente oración (cuando se hayan purificado…), la mayoría de los fuqaha’ (juristas islámicos) han regulado que es mejor precautoriamente abstenerse de las relaciones sexuales hasta que ella lleve a cabo el ghusl o, al menos, se lave las partes privadas.
‘Ali bin Yaqtin le preguntó al Imam Musa al- Kazim (la paz sea con él) acerca de un hombre que tuviera relaciones sexuales con su esposa, cuyo período ha terminado pero aún no ha llevado a cabo el ghusl. El Imam dijo: “No hay perjuicio en ello, pero (la relación sexual) luego del ghusl es, para mí, preferible.”14
Notas:
14. Ibid. P. 573
Tomado del libro: “The Ritual Ablutions for Women (Taharatu N. Nisa)” [“Las abluciones rituales de las Mujeres (Taharatu N- Nisa)] de Sayyid Muhammad Rizvi
Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:
