El Hombre Perfecto, por el Ayatolá Shahid Mutahhari, 1era. Parte

La materia en discusión es el hombre perfecto desde el punto de vista del Islam. Un hombre perfecto significa un ser humano ejemplar, que es superior y exaltado o cualquier otra interpretación que se pueda realizar. Como todo lo demás, un ser humano puede ser perfecto o imperfecto, puede estar sano o tener defectos. Una persona sana, también puede, a la vez, ser sana y perfecta o sana e imperfecta.

Conocer  un ser humano ejemplar desde el punto de vista del Islam es necesario para los musulmanes porque es como un modelo y un ejemplo, a través de la emulación de lo que podemos, si lo deseamos, logramos nuestra perfección humana bajo las enseñanzas islámicas. Debemos, por lo tanto, saber lo que es un hombre perfecto, cómo luce espiritual e intelectualmente y qué peculiaridades tiene, de modo que podamos mejorar nosotros mismos, muestra sociedad y a otros individuos basados en ese modelo. Pero si no sabemos lo que es un ser humano perfecto en el Islam, seguramente no podremos transformarnos en un perfecto musulmán o siquiera en un ser humano relativamente perfecto.

Desde el punto de vista del Islam, existen dos maneras de conocer a una persona perfecta: Un modo es ver cómo el Corán, en primer lugar, y la tradición, en segundo lugar, han definido a un hombre perfecto, incluso si está destinado a ser un musulmán perfectamente fiel y bueno. Un perfecto musulmán es una persona que ha logrado la perfección en el Islam, un perfecto creyente es alguien que ha logrado la perfección en su fe. Ahora debemos ver cómo el Corán y la Tradición han retratado a tal persona y con qué peculiaridades. Según están las cosas, tenemos muchas cosas para citar de ambas fuentes.

La segunda forma es contemplar a las personas reales que están construidas de acuerdo al modelo del Corán y del Islam, no un ser imaginario e ideal, sino una personalidad real y objetiva que existe en varias etapas de perfección al más alto nivel o incluso apenas en las más bajas etapas.

El propio Santo Profeta es un ejemplo de un hombre perfecto en el Islam. El Imam Ali es otro ejemplo. Conocer a Ali (a. s.) es conocer a un hombre perfecto y eso significa conocerlo totalmente, y no sólo su nombre, linaje e identidad aparente. Podemos ver a Ali como el hijo de Abu Talib y como nieto de Abd’ul – Muttalib, y que su madre es Fátima, hija de Assad- bin- Abd’ul- Ezi y que su esposa es Fátima Zahra (a. s.) y que es el padre de Hassan y Hussein, y en qué fechas nació y murió y qué batallas peleó, etc. Pero este conocimiento es solo acerca de su aparente identidad, y no acerca de él como hombre perfecto. Reconocer a Ali significa conocer su personalidad más que su persona.

En la medida que nos familiaricemos con su total personalidad, lo conoceremos como un hombre perfecto del Islam; y al punto en que lo tomemos como un modelo y lo aceptemos en la realidad y no de palabra como nuestro líder e Imam, y lo sigamos y emulemos, seremos entonces un seguidor chiita de este hombre perfecto

Chiita significa aquél que acompaña a Ali, no sólo con palabras y sentimientos, sino con el acto de seguirlo en la práctica y en términos filosóficos y académicos.

Estas dos formas de reconocimiento de un hombre perfecto no son sólo teóricamente útiles, sino que también debemos usar este conocimiento para seguir los caminos mostrados por el Islam para convertirse en un verdadero musulmán y crear una sociedad verdaderamente islámica. El camino, por lo tanto, es mostrado y el resultado explicado.

Pero la pregunta surge en cuanto al significado de “Perfecto”. Algunas cosas pueden parecer obvias, pero explicar estas cosas, a veces, es más difícil de explicar que los temas complejos.

En árabe, las dos palabras que significan “Perfecto” y “completo” son muy cercanas pero no exactamente similares en significado, y ambas tienen un antónimo que significa “defectuoso”. La diferencia entre las dos palabras es la siguiente: La palabra “completo” se refiere a algo que está preparado de acuerdo a un plan, como una casa, una mezquita, y si alguna parte no está terminada, está incompleta o defectuosa. Pero algo puede estar “completo” y aún así puede existir un mayor grado de completitud o muchos grados más que eso, y eso es llamado “perfección”. “Completo” es un progreso horizontal hacia un máximo desarrollo y “perfecto” es una escalada vertical hacia el más alto grado posible.

Cuando hablamos de “perfecta sabiduría o conocimiento”, se refiere al nivel más alto de una sabiduría o conocimiento ya existente. Un hombre puede estar completo en un sentido horizontal, sin ser perfecto verticalmente. Hay personas que están completas a medias o menos que eso. Pero cuando la perfección es alcanzada, aún existen mayores niveles de perfección hasta que un estado perfectamente perfecto es logrado.

El término “perfecto” no existía en la literatura islámica hasta el séptimo siglo de Hégira. Ahora es frecuentemente usado en Europa, pero primero fue utilizado en el mundo islámico por en bien conocido gnóstico Mohyedin Arabi Andalusi Ta’i, que es el padre del gnosticismo islámico, y muchos gnósticos islámicos, incluidos los hablantes en iraní y persa, e incluso Rumi, han sido sus alumnos. Rumi, con toda su grandeza es pequeño comparado con Mohyedin en el Gnosticismo. Es de extracción árabe y descendiente de Hatam Ta’i, de Andalucía, en la España moderna. Viajó por los países islámicos y murió en Damasco, donde se halla enterrado. Tuvo un alumno llamado Sadredin Ghownawi que es tenido como el segundo de su maestro como gnóstico. Al gnosticismo islámico le ha sido dada una complicada forma por Mohyedin y los comentarios de Sadredin, Rumi es un contemporáneo de este último y su seguidor a través de quien absorbió las ideas de Mohyedin.

Este hombre utilizó el término “hombre perfecto” desde un especial punto de vista del gnosticismo, pero nosotros intentamos discutirlo desde el punto de vista del Corán. Tenemos seres humanos que son físicamente sanos o defectuosos. Pero no consideramos a la ceguera, sordera, parálisis o enanismo como defectos de la virtud, personalidad o humanidad. Por ejemplo, Sócrates, el famoso filósofo griego, que a veces es tenido como profeta, era un hombre sumamente feo, pero su fealdad no esta tenida como defecto. Abu’l- Ala Mu’arra y Taha Hussein de nuestras épocas, eran ciegos. La ceguera ¿es un defecto de la personalidad? Esto significa que una persona tiene una personalidad física y otra espiritual, con dos evaluaciones distintas. Es un error suponer que el espíritu depende del cuerpo. ¿El espíritu puede estar enfermo mientras el cuerpo está sano o no? Esta es una pregunta en sí misma. Aquellos que niegan la autenticidad del espíritu y creen que las peculiaridades espirituales están en directa influencia del sistema nervioso, no tienen fe en el espíritu,  para ellos todo depende del cuerpo. De acuerdo a ellos, si el espíritu está enfermo, es porque el cuerpo está enfermo, y la enfermedad mental es, de hecho, lo mismo que una enfermedad física.

Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:

http://www.ibn-tv.com/2012/12/the-perfect-man-by-ayatollah-shaheed-mutahhari-part-1/

 

Filed in: Doctrina Islámica, Religión

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