Velo y Castidad

Por: Mahdi Mahrizi

El tema de la “cubierta” por velo es  una de las verdades autoevidentes de la jurisprudencia islámica, que tiene variadas y extensivas arenas. Antes de abordarlo, hallo necesario dar una brillante imagen del tema que nos ocupa y los términos que se utilizan en estos objetos de discusión.

Las palabras que son usadas en este campo son: cubierta, velo hiyab, sitr, castidad, límites de las relaciones entre la mujer y el hombre. Es posible que lo que se entiende por estas palabras es dejar de lado y mantener a la mujer dentro del hogar u observando algunas regulaciones con respecto en cuanto a las asociaciones sociales.

El tema sobre el que pretendo manifestarme y exponer en este artículo tiene un significado antitético al liberalismo sexual sin frenos que es denominado en el Corán como tabarruj,” la exhibición de los encantos”.

En otras palabras, estamos en búsqueda de una respuesta a esta pregunta: ¿La feminidad y la masculinidad de las mujeres y de los hombres pueden ser exhibidas en el marco de la sociedad? ¿O esta cualidad está confinada al seno familiar y la mujer y el hombre deben aparecer en la arena social y actuar como dos seres humanos? Se cita a Al Ostaz Mutahhari que dijo: “De hecho, en cuanto al tema de la cubierta y de acuerdo al término utilizado recientemente, hiyab, no pretendemos hablar acerca de si es bueno para la mujer aparecer dentro de la sociedad con una cubierta o desnuda. La esencia del discurso es: ¿puede la búsqueda de la satisfacción del disfrute de la mujer y el hombre en el matrimonio ser gratuita? ¿El hombre tiene derecho alguno a regocijarse a sí mismo con cualquier de un modo distinto de la fornicación, o no? Ése el centro del debate, quedando confinados todos los éxitos a la esfera de la familia y los cónyuges legales, o estableciendo libremente todos los éxitos o extendiéndolos a todos los ámbitos de la sociedad.” [152].

Basado en esto, mi intención en este artículo no es probar el retiro de las mujeres ni hablar acerca de un tema en especial, i. e.: la cubierta de la mujer con la sitr, sino que lo que pretendo es un tema más distante dentro del marco de normas islámicas legisladas puedan ser propuestas a través de una estructura de pensamiento armónico, como la obligación de la cubierta hiyab, la prohibición de observar a un extraño y abominaciones tales como el adulterio, la homosexualidad y temas similares.

Las siguientes páginas están determinadas a brindar respuestas a preguntas tales como:

1. ¿Qué pretende el Islam con el velo y la cubierta?

2. ¿En qué criterio se apoya el Islam con respecto a los límites de las relaciones entre las mujeres y los hombres?

3. ¿Cuál es la filosofía de la cubierta?

4. ¿Han sido promulgados varios preceptos religiosos como la necesidad de cubrirse, la prohibición de observar a las mujeres y la prohibición de “cometer” abominaciones y similitudes, para disminuir cualquier contacto o toque entre las mujeres y los hombres o existe otro propósito detrás de ellos?

5. ¿Qué puede resistir el liberalismo sexual, el tahallul irrestricto y la exhibición de los encantos de las mujeres? Además de otras cuestiones.

También debe ser sabido que en el reciente siglo, se han compuesto muchos escritos en forma de libros y artículos, en persa y en árabe, [153] analizando e investigando muchas dimensiones de este tema, entre los que se puede observar a muchos investigadores de renombre. A pesar de todo esto, aún se hallan en todos lados muchos centros de investigación y búsqueda en este campo y los archivos de investigación aún están abiertos.

Realizar investigaciones y estudio en conexión con el velo hiyab puede perseguir diferentes objetivos, cada uno con un método particular:

1. El propósito y el motivo de la investigación puede ser una manifestación racional de las creencias y juicios fiqhi de modo tal que pueden ser propuestos en sociedad seculares.

2. A veces el objetivo de la investigación puede ser resolver los problemas mentales del tema del velo dentro de comunidades religiosos, de modo que todos los obstáculos mentales y teóricos irrestrictos puedan ser eliminados de este camino.

3. También es posible que la meta de la investigación sea la mera comprensión fiqhi y estudiarla en profundidad, al punto que sólo puede ser apropiada para la enseñanza en los centros teológicos islámicos.

4. Además es posible que la meta sea la guía de la sociedad hacia la cubierta ideal y otras.

Está explícito que cada meta tiene su propio método y tendencia a seguir, por lo tanto es inviable cubrir y discutir todas ellas en un solo libro.

De hecho, más allá de la lenidad práctica que observamos en el caso de la cubierta y la producción de deseo y esperanza de los seres humanos, algunas cuestiones y ambigüedades ideológicas dentro de sociedades religiosas, con puntos de vistas y visiones de sociedad seculares y gran número de opiniones y veredictos fiqhi acerca de la desatención y la falta de restricción, pueden influir en el tema de la cubierta.

Por consiguiente, la razón y la reflexión nos necesitan para elegir los modos apropiados para confrontar la lenidad práctica, el deseo y la inclinación, como el asesoramiento y el consejo, y que no sean punibles y estén al alcance los entretenimientos y los ejercicios que remplacen las manifestaciones excitantes y seductoras. Y también en oposición a los obstáculos mentales debemos recurrir a los estudios científicos y a la circulación de sus frutos de pensamiento.

En este capítulo, voy a elegir y elaborar algunos temas de entre aquellos que están relacionados con el velo hiyab, como los siguientes:

1. La castidad y la filosofía de la cubierta.

2. Las condiciones generales para que la mujer se cubre.

3. El adorno

4. La mezcla de hombres y mujeres.

La Castidad y la Filosofía de la Cubierta.

Se espera que la vida del hombre se desarrolle y madure en dos dimensiones: la material y la moral. Y adquirir conocimientos y ciencia con el fomento de los rasgos éticos y humanos cae en el dominio de las perfecciones espirituales. Del mismo modo, el goce del bienestar y salud corporal y el entrenamiento del cuerpo caen dentro de la primera división.

El hombre es una verdad cuya vida tiene dos alcances. Por ello, la perfección y la deficiencia son dos elementos inseparables. La salud corporal es un requisito para la salud del alma, que a su vez es esencial para la buena salud del cuerpo. Este punto se está aclarando más, por lo que las enfermedades del cuerpo se están curando a través de la psicoterapia y del tratamiento espiritual. El campo de la vida espiritual y material, cualquiera éste sea, atañe a cómo observan la existencia, a los hombres y al universo los seres humanos. Cualquier diversidad en estos puntos de vista tiene su impacto en el límite y el alivio de la vida humana. La evidencia de esto yace en la divergencia y diferencia entre los objetivos y el modo de vida de los seres humanos que vivieron antes de los modernos desarrollos científicos y aquellos que vivieron a posteriori.

A pesar de todo esto, no debemos mirar las cosas de modo tal que cambiando los puntos de vista, todo debiera cambiar, sin que queden puntos en común en absoluto. Sino más bien, como antes se ha dicho abiertamente, estos cambios afectan el límite y la expansión de la vida, no creando dos vidas diferentes y antitéticas.

De este modo, a pesar de las marcadas diferencias entre los seres humanos actuales y los del pasado en cuanto a sus bases y consecuencias, sus puntos en común no son pocos, el hecho de abrir camino a la conversación, el entendimiento mutuo y la consideración presentes en todos los tiempos.

En todos estos puntos de vista, el autoconocimiento y el conocimiento del mundo es algo valioso, y la difusión de la justicia y el servicio a los demás es un acto recomendable. Todos los pueblos venerar héroes nacionales y a los reformadores sociales, contemplando a aquellos que han muerto por los objetivos nacionales como mártires.

Todo esto indica que en todas las épocas, las mismas creencias generales prevalecen entre la gente, a pesar de que pueden observarse algunas diferencias en su aplicabilidad y ejemplo. Estos puntos constituyen parte de las cosas llamadas en las religiones divinas, fitrah, “naturaleza”, y se pone mucho énfasis en ellas en el Islam.

La castidad y el recato también se hallan entre estas características: La cubierta del frente de las partes privadas era el hábito entre los hombres, tanto los cavernícolas que solían cubrirse las partes privadas con hojas de árboles y pieles de animales, como también lo hacen los actuales habitantes del mundo.

Está fuera de este ámbito referirse a la forma, cantidad y modo de emergencia de este rasgo, pero el punto original a este respecto es que se trata de un hábito que siempre ha sido observado como una virtud humana. Además, la timidez y la castidad no están confinadas a un cierto período de la historia, aunque pueden especificarse ciertas épocas y momentos para ciertos “trajes” con mantos. Y la castidad es el espíritu de la cubierta y el manto es su esqueleto. La castidad es la filosofía de la cubierta y la cubierta es garante “asegurador”.

Confucio, el filósofo chino del S VI A.C., ha dicho: “Puede ser considerado hombre de cultura el honesto en su conducta y comportamiento con la castidad de corazón, y el que es delegado a otro país extranjero como embajador, y que jamás ocasionaría vergüenza a su rey.” [154]

Baruch Espinoza dice: “Incluso si no tenemos conocimiento de la eternidad de nuestras almas, aún así debemos dar prioridad e importancia a la abstención y a la religión con todas las cosas que indiqué en el capítulo cuatro, que son relevantes a la magnanimidad y dignidad.” [155]

Incluso los adherentes de Yang Chu, el famoso filósofo materialista ateo chino, que vivió en la época de los S. V a III A. C., y cuya escuela de literatura histórica y filosófica es conocida como buscadora del placer, ha dicho al respecto: “El hecho que debemos conservar en la memoria es que Yang Chu, aunque pedía placeres sensuales, pero estaba en contra de la extravagancia y el libertinaje, que son vistos por él y su escuela como desesperanzadores de la naturaleza humana.” [156]

Gandhi una vez se dirigió a una mujer diciéndole: “El auténtico adorno de una mujer es su carácter y su pureza. El verdadero adorno no puede estar jamás en piedras y metales. Más bien reside en embellecer la pureza de corazón y alma, no cargando el cuerpo con piedras y metales. “ [157]

En todas las religiones divinas se pone mucho énfasis y se recomienda altamente la castidad y la modestia. El Santo Corán ha señalado muchas veces este hecho a la mujer.

En el tratado de Polis, en Al- Ahd’ Al Jadid, después de recomendar a los hombres la súplica y la oración ferviente, se registra la siguiente declaración: “Ellos ‘los hombres’ también suelen embellecer a sus esposas con ropas adornadas de timidez y abstinencia, no con rizos, oro, perlas o ropas costosas. Más bien deben invitar a sus mujeres que piden religiosidad a las buenas acciones.” [158]

En el primer Tratado de Botrus se dice: “Las mujeres tienen recomendado no dar importancia alguna a los adornos exteriores para mostrar belleza, como teñirse el cabello, usar adornos materiales o llevar costosas ropas, sino adornos internos que jamás perecen y tienen gran valor cerca de Dios.” [159]

El traductor del libro de Taarikh Libas, que está dedicado al estudio de ropas y atuendos de todo el mundo a lo largo de quinientos años, dice: “La apariencia de las ropas jamás fue una coincidencia o una petición individual. Sino que emergen basados en los materiales regionales y los pensamientos intelectuales y las demandas de los pueblos, transformándose en un espejo que indica totalmente la historia de la vida de la humanidad.” [160]

Algunos expertos hicieron estudios sobre reliquias y restos, descripciones históricas y estatuas prominentes, concluyendo que el calor y el frío jamás constituyeron la causa original de la elección de las ropas, sino que la causa fue la timidez y la cubierta de las partes privadas. [161]

En el libro Taarikh Libas, cuyo autor fue un investigador norteamericano que estudió la historia de la vestimenta hasta el año 1950, y es un libro de texto enseñado en las universidades, hallamos resúmenes acerca de todos los pueblos y todas las naciones, manifestando en extenso detalles ropajes y atuendo. Los temas de este libro, que contiene imágenes de ropas, fueron tomados de acuerdo a la afirmación de su autor, de monedas, imágenes, tapices, pinturas y decoraciones legadas por las antiguas generaciones. [162]

En la santa escritura de la Biblia, se afirma que durante la vida del Profeta Salomón (A), las mujeres solían usar el velo en sus rostros además de cubrir el cuerpo. [163] El mismo hábito era también seguido comúnmente durante la época del Profeta Abraham (A). Se dice que cuando la prometida de Ishqah, Rifqah, lo vio por primera vez, se puso una máscara velo en su rostro. [164]

Más adelante, durante distintos períodos como los de los medos, aqueménidas, ascánidas y sasánidas, las mujeres iraníes solían usar cierto manto como cubierta.

Durante la época de los medos, las mujeres solían usar un atuendo de dos piezas [165], realizado de una pieza de tapete perteneciente a la época aqueménida, en la que las mujeres usaban una tela como capa en sus cabezas, de manera similar a la del chador, “un largo velo usado por las mujeres”. [166]

Durante la era ascánida, las mujeres solían ponerse como cubierta un largo atuendo abierto al frente, “qabah”, que llegana a los tobillos, con una capa sobre sus cabezas y una máscara, “niqaab”, que habitualmente era llevada a la parte trasera de la cabeza. [167]

Durante el reinado sasánida, las mujeres a veces usaban un chador suelto, con una especie de rejilla al frente, que llegaba a media pierna. Las imágenes representando a las mujeres sasánidas, diseñadas en bandejas de platas, muestras a todas y cada una de las mujeres usando chador, alrededor de su cuerpo. [168]

Todas estas citas e informes históricos confirman el punto de vista que la timidez y la modestia se hallan entre las causas de la cubierta, y que el motivo detrás del uso de los mantos por el hombre no es la protección contra el frío o el calor o el adorno y la ostentación. No obstante, estos motivos jamás pueden ser negados en cuanto a la costumbre y la clase de ropas. El otro punto que puede ser concluido de estas citas es que la observación de la modestia y la castidad entre las mujeres y los hombres se diferencian proporcionalmente a la creación de cada uno de ellos. Y las mujeres siempre suelen usar más ropas que los hombres. Por lo tanto, si el frío y el calor son el único estimulante, estas diferencias jamás serían dignas de análisis. Incluso la mera búsqueda de la belleza para la exhibición jamás puede responderla. La transición que apareció a través de los últimos cincuenta años, especialmente en los países industriales, en cuanto a la ropa tuvo causas especiales.

Algunos investigadores han analizado este fenómeno en este sentido: “Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la guerra que conmovió la estructura de la civilización, el desarrollo de los trajes tomó una forma revolucionaria. De allí en adelante, las ropas, que reflejan la capacidad económica, el punto de vista político, las habilidades culturales y sociales, las creencias religiosas y las obligaciones oficiales y tradicionales, han sido puestas bajo la influencia y la dominación del régimen capitalista. En este sistema, las ropas hallaron otra posición, transformándose en una mercancía que posee un doble valor. En otras palabras, la ropa puede llenar necesidades humanas, volviéndose un artículo para la venta. Entonces, como cualquier otro artículo, deben dar el máximo beneficio, y cuando logren este objetivo, el tiempo no sería conveniente para estas. Como los artículos deben ser capaces de ser consumidos por largas temporadas, del mismo modo pueden tener el mercado más amplio, que constituye el mayor número de consumidores y adquirentes. [169]

Si en la actualidad el mundo tiene algún tipo de libertad y liberación en las ropas, pero nadie ha liberalizado las faltas de modestia y castidad,  entonces las regulaciones regionales y mundiales, poniendo acento en la prevención de los actos indecentes y ofensas continuarán siendo válidas y estando vigentes. [170] Y aún las estadísticas demuestran que los hombres son reacios, por naturaleza, a la falta de castidad. [171] El propósito previsto para todo esto es demostrar que la modestia es una cualidad humana que puede ser propuesta para la humanidad, sin tener en cuenta tendencia cultural o religiosa alguna. Aunque en algunas culturas y escuelas la base para su aprobación y manifestación es más fértil que en otras. Los humanos, por su naturaleza e instinto, y de acuerdo a la estructura de su existencia, tienen inclinación por este hábito. Y esta cualidad, como todas las demás cualidades y valores, tiene la capacidad de desarrollarse y crecer, lo que significa que tas las personas poseen esta noción interior, aunque, en realidad, no puede llegar al mismo grado en todas las personas. Es como la honradez o la honestidad, que es buscada de manera instintiva por el hombre, y es capaz de desarrollarse y extenderse como una cualidad positiva y un valor humano, pero las personas jamás pueden hallarse al mismo nivel de honradez y honestidad. Por lo tanto, la violación práctica de estas cualidades por parte del hombre y la regresión a etapas de la vida, no pueden dañar jamás la perfección de estas virtudes o derogar lo instintivo de ellas. Más bien, muchos violadores confiesan  sus desviaciones de comportamiento, careciendo ellos mismos de esta madurez.

Este tema puede ser expuesto a través de otras palabras y expresiones. El hombre tiene numerosos instintos que deben ser saciados, lo desee o lo deteste, a sabiendas o inconscientemente, ya que son como motores de la vida que todo el tiempo necesitan revisión y refuerzo. Porque estos instintos son equivalentes al motor y energía para vivir, por lo que no es apropiado decir que son malas manifestaciones de la vida del hombre.

Estos instintos son tan necesarios para el organismo de nuestra vida, que, a través de ellos podemos discernir lo bueno de lo que no lo es. Sobre esta base, la probabilidad de decir que los instintos humanos, que son el origen de todas las actividades de la vida, al ser un obstáculo en el camino de la humanidad del hombre y por ello deben ser quitados, no sería una cuestión lógica. Lo que es indicado por exigencia de la lógica y sabiduría Divinas, es que estos instintos deben ser controlados y dominados por el carácter y la resolución humanos.

Y si estos instintos son explotados sin control o freno, el alma humana tomará la apariencia de un alma inclinada “al mal” que no conocerá otra realidad que la del deseo y los encantos pasajeros. Mientras que al estar controladas y refrenadas a través de la fuerte voluntad del hombre, estos mismos instintos adquirirán aspecto sublime y ayudarán al hombre al fortalecimiento de una vida ideal. En otras palabras, el instinto sexual es necesario como la vida misma. Pero si estos instintos vitales son dejados en libertad, el carácter humano sería llevado a la nada, o no podría decirse del hombre: ¿Tiene personalidad o no? La conclusión a la que llegamos es que la timidez y la castidad, como cualidad humana, son la base de las relaciones entre la mujer y el hombre desde el punto de vista de la cultura islámica. Y el tema de las ropas y sus accesorios están para salvaguardar y desarrollar esta virtud. Por lo que al prohibir a las mujeres la exhibición de los encantos y el trato con los hombres fue establecido de acuerdo a esta filosofía.

El Santo Corán ha hecho referencia a esta virtud innata, en la creación de Adán y Eva, cuando hablaban de comer del árbol prohibido: “Les hizo, pues, caer dolosamente. Y cuando hubieron gustado ambos del árbol, se les reveló su desnudez y comenzaron a cubrirse con hojas del Jardín…” (Corán 7:22)

A continuación de este versículo, el versículo 26 tiene una referencia al envío de un atuendo para cubrir las partes privadas, con una mención de la enemistad de Satán con el hombre por el despojo del atuendo de Adán y Eva.  El versículo 27: “¡Hijos de Adán! Que el Demonio no os tiente, como cuando sacó a vuestros padres del Jardín, despojándoles de su vestidura para mostrarles su desnudez…” (Corán 7: 27)

Alabando la castidad de Yusuf en el trato con las mujeres egipcias, cita su discurso de esta forma: “Dijo él: ‘¡Señor, prefiero la cárcel a acceder lo que ellas me piden. Pero si no apartas de mí su astucia, cederé a ellas y seré de los ignorantes.’” (Corán 12: 33)

En otros versículos existe énfasis en la timidez y en la castidad en las relaciones sociales y su modo de caminar y conducirse de las hijas de Shu’ayb como en el siguiente versículo coránico: “Cuando llegó a la aguada de Madián, encontró allí un grupo de gente que abrevaba sus rebaños. Encontró, además, a dos mujeres que mantenían alejado el de ellas. Dijo: ‘¿Qué os pasa?’ Dijeron ellas: ‘No podemos abrevar el rebaño mientras estos pastores no se lleven los suyos. Y nuestro padre es muy anciano.’” (Corán 28: 23)

Estas hijas reconocen y consideran la timidez y la castidad en el momento de estar comprometidas con el trabajo y la actividad y la presencia en el área de actividades sociales.

Estas hijas también demuestran una forma educada de caminar y un comportamiento modesto: “Una de las dos vino a él con paso tímido…” (Corán 28: 25)

En este mismo episodio la virtud de Moisés (A) es reiterada, como en algunas narraciones, de esta forma: “Moisés le dijo a la hija: ‘Muéstrame el camino indicado y camina detrás de mí, porque nosotros, los hijos de Jacob, jamás miramos las espaldas de las mujeres.” [172]

Del mismo modo, el Santo Corán alaba la castidad de María (A) de esta manera: “Y a la que conservó su virginidad. Infundimos en ella de Nuestro Espíritu e hicimos de ella y de su hijo signo para todo el mundo.” (Corán 21: 91)

El Santo Corán con respecto al cuidado de la modestia como una de las características de los creyentes, ordena a los profetas invitar a los hombres y mujeres creyentes a bajar su mirada como en el siguiente versículo: “Di a los creyentes que bajen la vista con recato y que sean castos. Es más correcto. Allah está bien informado… Y di a las creyentes que bajen la vista con recato, que sean castas…” (Corán 24: 30- 31)

En estos versículos la filosofía de esta prescripción, el desarrollo y la crianza del hombre están considerados para ser mantenidas en la autolimitación y guarda de las partes privadas. [173]

El santo Corán prescribe que aquellos que no pueden afrontar un matrimonio observen la continencia, según este versículo: “Que los que no pueden casarse observen la continencia hasta que Allah les enriquezca con Su favor.” (Corán 24: 33)

En cuanto a la mujer mayor, que pasó la edad de tener hijos, aunque no hay restricciones rígidas sobre ellas en cuanto a la cubierta y las ropas, la observancia de la continencia es mejor para ellas (versículo 60 de la sura An- Nur)

Para manifestar sus objetivos en estas áreas, el santo Corán utiliza términos como castidad, timidez, fornicación, bajar la mirada y ocultar las partes privadas.

La conservación de la castidad es utilizada con el sentido de la auto-preservación y el control y freno del ser. [174] La timidez es utilizada con el sentido de contracción y auto- abstención. [175]

La fortaleza “hisn” significa la región fortificada e inviolable y también es usada para significar continencia, castidad y abstinencia. [176]

“Ghazz” significa bajar y descender la mirada sin cerrar los ojos. Este significado fue reafirmado por el Mártir Mutahhari, a través de múltiples evidencias en su libro “Mas’alah hiyab” [177]

Más allá de los antes mencionados versículos, podemos concluir los siguientes resultados:

– La castidad y la timidez no tienen relación con la historia o una época determinada, ya que los seres humanos han estado observándolas y obedeciéndolas desde el comienzo de la creación.

. La castidad y la timidez, al ser cualidades humanas,  no pertenecen específicamente a las mujeres o a los hombres. La naturaleza e inteligencia innata del hombre las reflejan, de hecho no existe diferencia entre la mujer  el hombre.

– La castidad y la timidez no necesitan permanecer en el hogar, detrás de velos, sino que son compatibles con las actividades sociales, según señalábamos en la historia de las hijas de Shu’ayb.

– La castidad en sí misma es un medio que tiene efectos para lograr la madurez y el buen desarrollo, según proponen los versículos 30 y 31 de la sura An- Nur.

La palabra “azkah” que es utilizada en estos dos versículos, es repetida tres veces en el santo Corán, dos de las cuales se hallan en estos versículos, y la tercera en la sura Al- Baqarah, versículo 323, que también está relacionada con las conexiones familiares entre la esposa y el esposo.

En estos tres versículos, el ocultamiento de las partes privadas, la castidad y el retorno a la vida renovada después de la separación y el divorcio eran considerados medios de purificación y desarrollo.

Se dice que el ulema At- Tabataba’i dijo: El Islam es una religión de zakaat, purificación, “tahaarah” y conocimiento. Y el objetivo del Profeta (S) era presentar la purificación y la enseñanza en muchos versículos. [178]

Por lo tanto, la legislación de normas y sanción de leyes es para que el hombre pueda lograr este desarrollo, pureza y concienciación, como se indica en estos versículos. Todos los profetas lucharon y concentraron sus esfuerzos en lograr estos objetivos. El Profeta Moisés (A) ha invitado al Faraón a esta purificación y desarrollo: “Y di: ‘¿Estás dispuesto a purificarte?’” (Corán 79: 18)

El Mensajero de Allah (S) solía reunir limosnas de la gente de modo que se limpien y purifiquen de los pecados: “¡Deduce de sus bienes una limosna para limpiarles y purificarles con ella!” (Corán 9: 103)

Por último, el hombre liberado será el que logre la purificación: “¡Bienaventurado, en cambio, quien se purifique! (Corán 87: 14)

En resumen, la perfección del hombre, desde el punto de vista del Corán, yace en la purificación y la total concienciación. Y la castidad juega un rol en la adquisición de uno de estos tres ideales, que es la purificación “tazkiyah”. Y lo que viole y atraviese la castidad de las mujeres, desde la perspectiva del Corán, es tabarruj, el adorno y la exhibición de los encantos, que es expuesto  para la discusión bajo la forma de un discurso a las esposas del Profeta: “¡Quedaos en vuestras casas! ¡No os acicaléis como se acicalaban las antiguas paganas!” (Corán 33: 33)

Los intérpretes de la palabra “tabarruj” la tomaron con diferentes significados como: el caminar de las mujeres entre los hombres, tener el escote, el cuello y las orejas descubiertos, caminar con coquetería, gestos amorosos, exhibir las galas y los encantos cuya cubierta es obligatoria y manifestar  los encantos que estimulen y exciten la lujuria de  los hombres, y cosas similares. [179]

Pareciera que todas estas cosas pueden ser admitidas como evidencias y aplicaciones del tabarruj, ya que tabarruj significa la exhibición de galas y todas estas pueden ser aplicables a esas cosas. El versículo 33 de la sura An- Nur establece tres aplicaciones de este tabarruj, “exhibición de los encantos”, de esta forma:

1. Exhibir y revelar las galas y encantos ocultos;

2. Descubrir el cuello y el escote:

3. Caminar con coquetería para exhibir las galas ocultas.

Resumiendo, lo que ocasiona el desvío de la vida y el curso del desarrollo, desde el punto de vista del Corán, es tabarruj, que es una práctica indecente y obscena. En muchas tradiciones, como en el Corán, la castidad y la timidez están referidas a la filosofía de la cubierta.

1. El Imam Ar- Ridha (A), en respuesta a la pregunta expuesta por Muhammad Ibn Sinan, dijo: ·La razón detrás de la prohibición de mirar el cuerpo y el cabello de las mujeres reside en el hecho que esta mirada constituye una base para excitar a los hombres, la excitación que llevará en última instancia a la corrupción e indulgencia de actos y prácticas ilícitos. [180]

2. El Imam as- Sadiq (A) dijo: “Sucesivas miradas a las mujeres siembran semillas de lujuria dentro del corazón de los hombres, y constituyen una seducción que incita a cometer pecado.” [181]

3. En Tafsir Al- Qummi, el Imam Al- Baqir, al interpreter el versículo: “¡Hijos de Adán! Hemos hecho bajar para vosotros una vestidura para cubrir vuestra desnudez…”, dijo: “La vestidura es lo que la gente se pone, de acuerdo a su capacidad y riqueza. La vestimenta es la abstención y la castidad. Un hombre casto y puro es el que jamás exhibe sus partes privadas aunque se halle desnudo. Mientras que un corruptor es aquel cuyas partes privadas se revelan incluso cuando su cuerpo está cubierto de ropas. Allah dice: ‘La vestimenta de la virtud es la mejor’, queriendo decir que la castidad es lo mejor para las personas.” [182]

4. Existen tradiciones que también informan acerca de la castidad con este significado:

* “Jamás hombre casto alguno cometió adulterio.” [183]

* “Derrotar la sensualidad por la castidad y la continencia.” [184]

* “La castidad debilita la lujuria.” [185]

* “La timidez reside en bajar la mirada.” [186]

Por otro lado, entre las declaraciones de los Infalibles, se hace una referencia al hecho que la castidad es uno de los factores que llevan a la perfección del carácter del hombre:

* “Las virtudes jamás serán completas sino con la castidad y el sacrificio.” [187]

En definitiva, la castidad y la timidez, son características humanas que fueron y son admitidas por todos los seres humanos, y a las que todos los grandes hombres y religiones divinas recomiendan y convocan. La shari’ah islámica también ha recomendado con énfasis, haciéndolas base para ciertas normas y ordenanzas como: Cubrirse, controlar la mirada y observar los límites entre la mujer y el hombre.

Sobre esta base, podemos criticar las distintas teorías que han sido expuestas sobre el tema del surgimiento de la cubierta entre los seres humanos. Algunos “investigadores” han presentado razones y propósitos para cubrir a las mujeres, que son incompatibles con la historia humana y la naturaleza del hombre, y para su afirmación no se hallan testigos o evidencias históricas disponibles.

A menudo estas causas han sido afirmadas para demostrar la ignorancia o la tiranía del velo “hiyab”.

En este acto, primero citaré estas causas, y daré una conclusión con su crítica.

1. La auto-disciplina y y el monasticismo son un factor para la cubierta y la creación de límites e inviolabilidad de los hombres y mujeres, para que los más grandes objetos de goce y placer para los seres humanos, es decir la búsqueda del placer sexual, sean evitados.

2. La inseguridad de las mujeres ante la violación y la injusticia, es otro factor para que las mujeres se cubran y escondan sus encantos.

3. Los hombres, para obtener un mayor regocijo y explotación económica de las mujeres, suelen dejarlas en sus hogares.

4. Los celos de los hombres hacen que las mujeres se cubran. El esposo ha de cubrir a su esposa para guardarla exclusivamente para sí y evitar que otros la exploten.

5. La menstruación de las mujeres hacen que se menosprecien y se retiren de la sociedad y se mantengan distantes de ella. [188]

6. El mártir Mutahhari considera otro factor para la cubierta de la mujer, diciendo: “Desde mi punto de vista la raíz social de la emergencia de los límites y defensa entre las mujeres y los  hombres no debe ser buscada en la inclinación a la mortificación del deseo del hombre de explotar a la mujer, o los celos del hombre, o la inseguridad social, o la menstruación de la mujer, o al menos debe ser buscada en un menor grado. La raíz de este fenómeno debe ser buscada en una prudencia hábil e instintiva de la propia mujer.”

En general, el debate es concerniente al origen de las costumbres sexuales de las mujeres como la timidez y la castidad, y de entre ellas la tendencia hacia la cubierta y el velo de sí ante el  hombre. Existen varias teorías presentadas sobre este tema.

La más exacta de estas teorías es que la timidez y la castidad, el velo y la cubierta, son todos ellos un política adoptada por la mujer como una inspiración para valorarse a sí misma y preservar su posición frente al hombre. La mujer, con su inteligencia innata y su propio sentido especial, se dio cuenta que ella no puede ser igualada al hombre en sus capacidades corporales. Y si ella desea luchar con el hombre en la vida no sería capaz de lidiar con la fortaleza de él.

Por otro lado, el punto débil del hombre reside en su deseo en que la creación sea almacenada en la existencia del hombre como Dios lo creó como una manifestación de amor y búsqueda y la mujer como una manifestación de amor y objeto de deseo y búsqueda. Cuando una mujer se da cuenta de su estatus y posición frente al hombre y reconoce el punto débil del hombre frente a ella, ella puede, así como intentó fascinar el corazón del hombre a través de los adornos y la exhibición de sus galas y encantos, recurrir al retiro y mantenerse distante del hombre. Ella comprendió que no debe ofrecerse gratuitamente, sino que debe hacer que la llama del amor y el deseo sea más aguda. [189]

La razón por la que este punto de vista fue atribuido a Ostaz Mutahhari es porque él no ha criticado esta teoría y admitió su base, que es que siendo la mujer amada por el hombre y el hombre siendo amante, en otros artículos de los que ha concluido algunas conclusiones científicas. [190]

Estas opiniones y puntos de vista, a pesar de no poseer evidencia y testigos en su generalidad, han enfrentado muchas críticas:

1. En estos puntos de vistas no se considera raíz humana alguna para la cubierta del hombre a lo largo de la historia, pero se supone que la mujer y el hombre están comprometidos en un

intercambio de disputas masculinas y femeninas, evaluando los actos de cada uno de acuerdo a ello.

2. El origen del manto no fue confinado sólo a las mujeres de modo de aprobar la veracidad de la mayoría de estas opiniones. El manto no es solo para las mujeres pero incluye a toda la humanidad a lo largo de la historia. Con esta descripción cómo se puede hablar de explotación, celos o violación de parte de los hombre y teniéndolos como el motivo para la cubierta.

3. La generalidad y la amplitud de la cubierta entre varios pueblos y comunidades con múltiples ideales y metas, nos llevarían a objetar la influencia del monaquismo y el ascetismo en el surgimiento de la cubierta.

Para resumir, no es factible descuidar el efecto de la calidad instintiva de la timidez y castidad en la aparición y perpetuidad de la cubierta, y recurrir a causas mecánicas. Del mismo modo, como no puede negarse que alguna de estas filosofías fueran efectivas en ciertas épocas y lugares, pero restringiendo el surgimiento de la cubierta a ellas es incorrecto.

Por supuesto que debe agregarse que si la timidez y la castidad son el principal incentivo para la cubierta, algunas conclusiones distintas de la perfección sensual, serían el resultado de la cubierta. Una de ellas sería la salvaguarda de la salud de la sociedad humana, con el significado que la mujer y el hombre pueden, en los intercambios sociales, establecer relaciones como dos seres humanos que se solicitan entre sí y por lo tanto no han de satisfacer sus instintos sexuales en la vida colectiva.

El otro beneficio que se deriva de la castidad y la timidez es la preservación de la familia genuina. Ya que la familia, compuesta por una mujer y un hombre que viven junto como esposos legales, pueden asegurar la permanencia y la seguridad de la descendencia human, que es una de las metas originales y esenciales de la familia, a través de la legítima satisfacción de los instintos sexuales. Observar la continencia y la adherencia del hombre y la mujer a la timidez y castidad, y restringir la satisfacción de los instintos sexuales dentro de un ambiente legal, tiene un gran impacto en la estabilidad y salud de la familia.

Condiciones Generales de la Cubierta

La extensión de la cubierta en cada escuela y sociedad depende de muchas cosas como el modo de ver al hombre, la familia, el rango de admisión de la participación social de la mujer, el índice de incidencia de la influencia de cada sexo sobre el otro, etc.

Proponer el tema de la cubierta en la religión islámica tuvo las mismas reglas, según esta escuela, se ha admitido ciertos rasgos ultra-materiales y bestiales para el hombre, lo femenino y lo masculino, ya que el hombre no es sólo una creatura material que debe luchar para asegurar sus necesidades y deseos en la vida, sino que existen muchos otros escenarios en la vida, más amplios y profundos que la vida misma, que pueden ser sentidos.

En estos escenarios, otras características aseguran la perfección, como el aprendizaje y el conocimiento, la adoración y la bendición, la auto-edificación, la continencia también es una de ellos. Por lo tanto la cubierta tiene conexión con la perfección individual.

De acuerdo a la ley islámica, la Shari’ah, la familia es el núcleo primario y esencial de la sociedad humana.  El primer paso en la educación es tomado dentro de la familia, y el padre y la madre son los primeros educadores y maestros para el niño. Por lo tanto la salvaguarda y la preservación de este centro es uno de los principios firmes e indiscutidos de la Shari’ah islámica y como se hizo referencia en esta discusión en cuanto al propósito d la cubierta, el manto tiene cierto rol en la protección y salvaguarda de este centro.

Admitir la participación social de la mujer, que  fue descripta anteriormente, debe ser considerada al determinar la cubierta. Por lo tanto es impropio obligar a la mujer obligar a cubrirse el rostro ya que con los ojos cerrados no puede practicar las actividades sociales necesarias. Del mismo mod ocurre con otros factores.

Tener en cuenta todo lo anteriormente mencionado, podemos decir: Existen ciertos límites y condiciones para la cubierta, establecidos en el Islam, sin acento puesto en cierta forma o manera. Las ropas y la cubierta no se hallan entre los asuntos confirmados de adoración, y se hallan afectados por las normas y costumbres. Si las ropas tenían esas condiciones generales y se cubrían dichos límites, entonces no debería haber restricciones u obstrucciones para ellas, y esto diferirá de acuerdo al cambio de circunstancias y situaciones.

Ibn Taymiyyah ha realizado una excelente declaración a este respecto: “Seguir el ejemplo del Profeta (S) a veces concerniente a ciertas cosas hechas y a veces con respecto a otras cosas que van más allá, quieren decir que el Mensajero de Allah (S) a veces actúa por el bien de algo que va más allá de este trabajo. En este caso la legitimidad de esa meta, no ese acto en especial, será más lejana. Por ejemplo, el Mensajero (S) estaba usando aceite para mantener su cabello saludable, podemos decir que todas las personas tienen que hacer lo mismo para cuidar su cabello, y si otro método es más apropiado en otra región, con respecto al agua y la atmósfera, debe ser adoptado y aplicado.

Lo mismo es cierto con respecto a la comida, por ejemplo, el Mensajero de Allah (S) solía comer dátiles y pan de cebada, entonces ¿significa esto, que siguiendo la regla, todo el mundo debe hacer lo mismo? No, definitivamente no es cierto, como los compañeros del Profeta y Fuquha solían comer las comidas de las regiones que conquistaban, usando las ropas de esos lugares. Si cualquiera debe imitar a los demás en las costumbres y la comida, era apropiado para los compañeros seguir el ejemplo del Profeta en estas áreas. Del mismo modo, el Profeta y Sahabah solían usar una faja y una capa, así que por qué no sería bueno para los demás seguirlos y usar lo mismo. Las autoridades religiosas tienen diferentes opiniones respecto de este tema, pero creo que es innecesario referirse a esta cuestión.” [191]

Los límites y condiciones que deben ser considerados con respecto a las ropas son los siguientes:

1. Todo el cuerpo, a excepción de la cara y las dos manos hasta las muñecas, deben estar cubiertas.

2. Se debe abstener de las ropas famosas.

3. La ropa de las mujeres deben ser totalmente diferentes de la de los hombres.

4. Se debe abstener de la ropa transparente, ajustada al cuerpo.

Siguiendo la breve explicación de estos cinco principios:

Límites de la Ropa

Es sabido por Fuquha, que la mujer debe mantener su cuerpo oculto a la mirada de los extraños, de los hombres no consanguíneos, excepto la cara y ambas manos hasta la muñeca. Por supuesto, algunos Fuquha van más allá y creen que todo  el cuerpo, incluso el rostro, debe estar cubierto. Y algunos de ellos mantienen el punto de vista que se puede cubrir menos que este límite del cuerpo- Hay artículos muy útiles escritos en persa y árabe acerca de estos campos, que defienden

fervientemente una opinión, dando firmes y contundentes evidencias para probarlo, considerando que los otros dos puntos de vista son inaceptables. [192] Tomando en cuenta todo esto no es necesario elaborar más este tema.

Abstención de las Ropas Famosas

En muchas tradiciones se hace la prevención de usar ropas hechas por alguien famoso y distinguido, se cuenta que el Mensajero de Allah (S) dijo: “A quienquiera que use ropas de fama en este mundo, ciertamente Allah lo vestirá con atuendos similares el Día de la Resurrección.” [193]

La indumentaria famosa es aquella que no es socialmente apta y es incompatible con la ley común de la sociedad, y debe observar una norma o hábito que no es compatible con la Shari’ah islámica.

Aversión a las Ropas Masculinas

En muchas tradiciones el Profeta (S) ha maldecido a aquellos hombres y mujeres que gustan de verse como el otro, siendo una de ellas la siguiente: “El Mensajero de Allah (S) maldijo a aquellos hombres que gustan verse como mujeres y a las mujeres que gustan verse como hombres.” [194]

Esta narración prohíbe cualquier clase de similitud y equiparación en todos los campos y bases. Y con respecto a la cubierta y las ropas, lo que aparentemente se pretende, es el prestigio público de aquellas mujeres que se asimilan a los hombres o viceversa, como no debe haber desaprobación o prohibición si apareciera un parecido en una pieza de ropa.

Abstención de las Ropas Transparentes

Osama Ibn Zayd dice: El Mensajero de Allah (S) había vestido un día a un hombre con una ropa blanca y fina, y el hombre se la dio a su esposa. Un día, el Mensajero de Allah (S) le pregunto: “¿Por qué no usas la capa?” El hombre le respondió: “Se la di a mi esposa.” El Mensajero  le dijo: “Dile que use otras ropas debajo de ella de modo de evitar que su cuerpo sea visible.” [195]

Adornos

La ley islámica, como considera la cubierta de las mujeres más importante que la de los hombres, ha tenido en cuenta la naturaleza “fitrah” y los deseos intrínsecos de la mujer con respecto a los adornos “zinah”, permitiendo ciertos adornos para las mujeres, e incluso alentándolos.

El Santo Corán dividió los adornos en dos partes: los exteriores y los corporales, prohibiendo la exhibición de los adornos interiores, permitiendo los adornos exteriores para las mujeres: “… y no muestren más adorno que los que estén a la vista…” (Corán 24: 31).

La aplicabilidad de los adornos que estén a la vista es manifiesta en la conducta “Sunnah” del Profeta y los Infalibles Imames, por lo que podrían aquí hacerse algunas referencias:

Khizab (Teñido)

El teñido de las manos y las uñas de los dedos con hennah, que es denominado khidaab, era algo alentado por el Profeta, quien se abstuvo de tomar el bay’ah (juramento de fidelidad) a aquellas mujeres cuyas manos y uñas  se hallaban desprovistas de hennah.

* Se cuenta que Aisha dijo:Hind, la hija de Otbah dijo: ‘Oh, Mensajero de Allah, haz el juramento de fidelidad junto a mí.’ El Profeta le dijo: ‘No te tomaré el juramento de fidelidad hasta que cambies el color de tus manos, parecen las de una bestia salvaje.’” [196]

* Se cuenta que Aisha dijo: “Una mujer le ha extendido una carta al Profeta desde detrás de un velo cortina. El Profeta dijo: ‘¿Esta mano es de una mujer o de un hombre?’ Ella contestó: ‘Es la mano de una mujer.’ Él le dijo: ‘Debes cambiar el color de tus uñas.’” [197]

También se informa que el Imam Al- Baqir dijo: “No está permitido a todas las mujeres tener las uñas blancas, a menos que, cuanto menos, se de toques de tintura en ellas con hennah.” [198]

Dejarse las uñas largas:

El Imam as- Sadiq contaba que el Profeta había dicho: “A los hombres, se les pide que recorten sus uñas, y a las mujeres que se las dejen largas porque es mejor para su adorno.” [199]

Embellecimiento Facial:

El Imam as- Sadiq contó del Profeta el siguiente hadiz: “La esencia de las mujeres es aquella cuyo color debe aparecer y cuyo olor debe ser ocultado, mientras que la esencia del hombre es aquella cuyo olor debe ser aparente y el color no debe ser visto.” [200]

Algunos de los investigadores sostienen que las mujeres pueden embellecer sus rostros de modo que su olor no sea percibido. Las tradiciones que prohíben a las mujeres el uso de perfumes pertenecen a tres clases:

1. En el momento de asistir a la mezquita.

2. Cuando el perfume se siente como olor.

3. Cuando la mujer pretende incitar a sedición a la sociedad.

En otros casos no existe prohibición impuesta. [201]

Interrelación

Más allá de las discusiones introducidas en este capítulo, las relaciones entre la mujer y el hombre en l sociedad islámica se han vuelto, de algún modo, manifiestas. Lo siguiente es un resumen de lo que fue antes afirmado.

El tema de la interrelación entre la mujer y el hombre resultó objeto de numerosos debates y los escritores,  a veces, utilizan el término “tabarruj” con el sentido de un desenfreno social. Aparentemente, si interrelación significa este desenfreno al que el santo Corán se refiere como la exhibición de los encantos, entonces es un hábito indecente y obsceno que la ley islámica ha prohibido definitivamente. Pero si lo que se entiende por interrelación es la mera presencia de la mujer fuera del hogar, entonces no existe prohibición impuesta alguna en ello. De esta forma, podemos decir: En nuestra opinión, la Shari’ah islámica ha admitido la presencia social de las mujeres, determinando para ello ciertas normas y regulaciones, que han sido discutidas en detalle en el capítulo 4.

Esto está basado en el hecho que la mujer y el hombre tienen, además de la feminidad y la masculinidad, una dimensión humana original que puede ser tomada por ellos como el fundamento de las comunicaciones. Se debe determinar la etiqueta y las regulaciones de modo que la conexión entre el hombre y la mujer jamás trascienda los límites humanos.

Es verdad que si la relación entre la mujer y el hombre en una sociedad giran en torno al eje de la feminidad y la masculinidad, es decir que la mujer y el hombre llevan su feminidad y masculinidad a la sociedad, esto será algo indecente y torpe, lo que es una interrelación reprochable. En otras palabras, el término interrelación “ikhtilaat” puede ser dado a la relación entre la mujer y el hombre dentro del marco de los instintos sexuales, y el término conexión “irtibaat” puede ser utilizado para el terreno de las relaciones humanas.

A veces, se dice que estos dos terrenos jamás pueden ser separados uno de otro, como resultado de lo cual la mujer debe tener negado el derecho a la presencia social. En respuesta a esto se debe decir que este es un juicio basado en dos puntos de vista que toman a la seducción como el

carácter original de las mujeres, que los hombres carecen de la capacidad y el poder de abstenerse frente a ello. Como resultado de este punto de vista, se deriva la visión inhumana de la mujer y el hombre. Mientras que los textos religiosos citados en los capítulos cuatro y cinco señalan que la mujer y el hombre son seres humanos y pueden, con gran determinación, comenzar la separación de los diferentes terrenos de su vida. Por supuesto que esta resolución humana e innata debe ser controlada por las normas y regulaciones religiosas, de modo de obtener un buen resultado.

Para resumir, puede decirse que si la conexión entre la mujer y el hombre es saludable y de acuerdo a las normas y buenas costumbres, no habrá prohibición en ellas, e incluso la participación social de las mujeres no puede ser lograda sin esta conexión. Pero esta relación debe observar las actuales circunstancias y su propósito sólo debe ser el trabajo. Peor cuando las leyes y las normas no son observadas por hombres y mujeres y no es el negocio o el trabajo la meta de la relación entre ambos o su presencia en la sociedad, esto constituirá una relación indecente y reprochable.

Notas:[i]

[152] Mas’alah Hiyab pp. 82- 83

Traducido por Fabiana Ríos, para UMMA, de:

http://www.imamreza.net/eng/imamreza.php?id=9594


[i] La única nota que aparece en el sitio, de todas las que figuran en el artículo traducido,  es la que aquí se menciona. N. de la T.

 

 

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